"Nos dimos cuenta: el jeque del Málaga nos había abandonado"

¿Tuvo la oportunidad de jugar en el Calcio de Italia?

Antes del venir al Bayern, cuando yo estaba en River, hubo dos clubes interesados. El Bayern fue el que más rápido actuó, pero estaba la Juventus. Había interés, viajaron a la Argentina y almorcé con ellos, pero el Bayern se decidió antes y el destino hizo que hoy esté acá hablando (risas).

¿Cuáles son sus mejores recuerdos como futbolista?

Extraño mucho lo de ser jugador, estar en el vestuario con tus compañeros, amigos, colegas. Poder entrenar, poder tener ese objetivo de ganar a un rival, ser agresivo, intenso, mucho. Soy un apasionado de esto y digo que no hay nada más lindo que ser jugador de fútbol. Viví y disfruté mucho mi profesión, además me dio mucho más de lo que soñé. Haber jugado en River o en el Bayern y salir campeón, en la liga española, en el City, en la Selección… no me puedo quedar con una, dos o tres porque a lo largo de 17 años sería hipócrita elegir una cosa, pero salir campeón con el club que sos hincha y con amigos, que veníamos de las inferiores, estábamos juntos en la pensión, éramos como hermanos… fue una de las cosas más maravillosas, salir campeón con River.

Hábleme de su paso por el Málaga. Si en algún momento recibe el llamado del club para ser su entrenador, ¿lo valoraría?

En el Málaga nosotros conseguimos ser campeones sin haber sido remunerados con una medalla. Logramos una salvación increíble, yo llegué cedido por seis meses y estábamos últimos, a seis puntos del que marcaba el descenso y de los últimos 11 ganamos 9, empatamos 1 y perdimos con el Barça campeón. Fue una enseñanza tremenda, algo increíble, como jugador, como persona, como padre… de seguir insistiendo y lo logramos. Al año siguiente nos clasificamos a la Champions y cuando parecía ser todo maravilloso volvimos de las vacaciones para la preparación para esa Champions y nos encontramos que en el club estábamos solos, que el jeque nos había abandonado de alguna manera y se tenían que ir los jugadores, nos jugamos la previa de Champions contra el Panathinaikos de Grecia y el partido de vuelta era tres días antes del cierre de mercado. Sabíamos que la única manera de poder quedarnos en el club era clasificar a Champions y que el club tenga ingresos para sostenerlo, ganamos 2-0 y empatamos allá. Ese año éramos 15-16 jugadores y muchos jóvenes, recuerdo que jugó un chico de 16 años (Olinga) y llegamos hasta cuartos de final contra el Dortmund, donde pecamos de buenos y fuimos eliminados de manera injustas y al mismo tiempo clasificamos para Europa, quedamos sextos, con un plantel corto pero con un corazón enorme. Fue una etapa extraordinaria, para mí fue conocer un lugar donde elegí quedarme a vivir una vez me retiré y siempre que no tenga la posibilidad para trabajar volveré porque ahí está mi casa y uno de mis sueños es poder ser entrenador del Málaga.

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¿Qué opina de la idea del Mundial cada dos años que propone la FIFA? ¿Qué cambiaría usted del fútbol actual?

Esto evidentemente cuando lo ves desde un lugar que no solo es la de jugador del fútbol te das cuenta que esto es un negocio muy importante y que la televisión manda, es la que paga y el reglamento lo cambia la propia televisión en función de la audiencia. Seguramente para le televisión sea más tentativo hacer el Mundial cada un corto plazo y tendremos que acostumbrarnos si se hace cada dos años. Siempre el que sale perjudicado es el jugador, porque los calendarios se aprietan cada vez más, aunque salen algunas reglas como las de los cinco cambios. ¿Cuál es lo justo o lo que debería ser? No soy yo el que lo tiene que decir, estamos en un mundo globalizado donde la tecnología avanza y los cambios se producen. Hay que adaptarse a los que nos va llevando la actualidad.