Boca va al Monumental con enganche y confianza en su idea

Luego del importante triunfo ante Colón, por 1-0 con gol de Nicolás Orsini, Boca comienza una de las semanas más determinantes del segundo semestre y ya se enfoca en el Superclásico contra River. Sebastián Battaglia, un hombre de la casa que conoce a la perfección cómo transitar estos días previos, tendrá el primer gran desafío de su carrera como DT: plantarse en el Monumental y estar a la altura del partido que todos quieren jugar y ganar.

Hay ciertos factores que hacen ilusionar a la mitad más uno de la Argentina. Uno de ellos pasa por el aspecto futbolístico y la idea de juego que empezó a construirse desde el desembarco del "León" en el banco de suplentes. El cambio fue radical: de casi no patear al arco durante los últimos encuentros de Miguel Russo, a generar varias situaciones por partido y sostener, en la mayoría de los encuentros, el 4-3-1-2, un esquema que los hinchas miran con demasiado cariño.

La aparición de algunos juveniles, como Aaron Molinas, y la experiencia de los jugadores de jerarquía, como Carlos Izquierdoz y Marcos Rojo, hacen que el equipo sea un poco más armonioso y llegue con convicción al Monumental. Parece poco y quizá suena a conformista, pero no hay que pasar por alto que todo esto se produjo en menos de ocho semanas.

El factor anímico también tendrá un rol protagónico el 3 de octubre, por eso será importante la tranquilidad que pueda transmitir el director técnico a lo largo de estos seis días que quedan por delante. La vuelta del público riverplatense será otro condimento especial que tenga el choque que paraliza al mundo futbolero, pero claro está que una vez que suene el silbato lo que realmente importa sucederá de la línea de cal para adentro. "Estamos comprometidos al 100%. Vamos a ir allá a hacer nuestro juego y tratar de ganar", sostuvo Cristian Pavón, otro de los que parece ser una fija para el clásico, en las últimas horas.

Battaglia lleva en el lomo 12 cruces oficiales vs. River, de los cuales ganó cinco, empató cuatro y perdió solo tres. Sus estadísticas como jugador profesional son intachables y el lugar dentro del olimpo xeneize nadie se lo quitará. Pero él, más que nadie, sabe de la importancia que tendrá el resultado del Súper que se viene, por eso se enfoca en corregir errores y respetar la teoría Bianchista que tanto le enseñó: inteligencia, corazón caliente y, por supuesto, buen fútbol. Ahora, que llegue el domingo...