Un paso al frente para River

La levantada anímica era el principal objetivo para un River que venía golpeado y en una racha negativa que incluyó las eliminaciones de la Copa Argentina y la Copa Libertadores. En ese contexto, el torneo local se había posicionado como la gran meta para este semestre, pero en La Plata el equipo de Gallardo había dado un nuevo paso en falso.

Para tratar de salir de ese espiral de empates y derrotas, el Millonario debía recibir a Aldosivi y al entrenador se le presentaron algunas dificultades para armar su formación, en particular por las ausencias de Angileri y De La Cruz.

El lateral izquierdo y el mediocampista ofensivo, que no pudieron ser de la partida por sus lesiones, son, quizás, las principales armas para llegar por afuera y por adentro en un plantel que aún se está consolidando tras la salida de piezas muy importantes para la generación de juego.

Ese déficit que marcó el Muñeco en la conferencia de prensa posterior a la igualdad ante Gimnasia y que, por los intérpretes con los que contaba, parecía que podía repetirse contra Aldosivi, fue suplido por un esquema que favoreció mejores actuaciones individuales de algunos futbolistas.

Ante la ausencia de jugadores con pausa y habilidad en el mediocampo, el DT decidió no apostar por los interesantes proyectos juveniles a los que va llevando de a poco. Armó un doble cinco aguerrido con Enzo Pérez y Zuculini en el que uno se retraía cuando el otro se soltaba (el mendocino incluso llegó al gol) y les dio especial protagonismo a los laterales.

Tanto Vigo como Casco se pararon en campo contrario, se integraron al circuito ofensivo con los delanteros y tuvieron participación en los dos tantos de la noche en el Monumental.

Para ello, estuvieron bien apoyados desde el fondo por la línea de tres marcadores centrales en la que David Martínez volvió a destacarse como lanzador, un rol clave cuando River no cuenta con un conductor claro en la zona de volantes.

El punto flaco, otra vez, fue la definición. Si bien el rival casi no inquietó hasta una tímida reacción sobre el final cuando la diferencia ya era de dos goles, dio la sensación de que el partido se podría haber cerrado mucho antes.

El 5-2-3 que fue en la práctica un 3-4-3 funcionó porque hubo rendimientos altos en todas las líneas. ¿Lo mantendrá Gallardo u optará por volver a las bases para tener más elaboración en el medio?

Por lo pronto, el primer desafío para visitar a Sarmiento será conformar una alineación que tendrá todavía más bajas, entre convocados a las selecciones y lesionados. En Núñez saben, por las experiencias recientes, que no hay margen para desperdiciar oportunidades en esta instancia y que un triunfo en Junín podría dar comienzo a una seguidilla de esas que resultan claves en los largos recorridos hacia los títulos de liga.