RIVER PLATE
River, en busca del equilibrio perdido
El Millonario tuvo un buen rato de fútbol contra Argentinos, pero luego volvió a mostrarse como un equipo frágil cuando lo atacan y con algunos problemas en la generación de juego.
En el empate 1-1 contra Argentinos Juniors que dejó la serie abierta para la revancha en La Paternal, el River de Gallardo mostró una cara muy similar a la que se había visto en el semestre anterior en la mayoría de los aspectos. Con sus virtudes y sus defectos, cosechó un resultado que no conformó en el Monumental, pero terminó siendo justo.
Por supuesto, las similitudes con lo que se venía viendo del equipo antes del receso son lógicas si se considera que no hubo un cambio de esquema táctico ni tampoco grandes variantes en cuanto a nombres (Braian Romero reemplazó en la delantera a Rafael Borré).
Pese al regreso de Enzo Fernández que tuvo minutos como titular durante la pretemporada, el DT optó por repetir el 4-3-3 que venía utilizando antes de la Copa América y así aprovechar el mano a mano contra la línea de tres defensores del Bicho. La idea rindió sus frutos apenas durante un tramo del primer tiempo.
La presión alta de los dirigidos por Gabriel Milito incomodaba al Millonario, pero cuando se lograba traspasar esa barrera mediante un juego directo a espaldas de los volantes, muchas veces había superioridad numérica en ataque. Así fue como llegó el gol de Matías Suárez y también las otras chances que tuvo el cordobés que pudo haber ampliado la diferencia antes del descanso.
La ineficacia en la definición volvió a costarle caro a River que tuvo que sacar del medio tras el primer acercamiento serio de Argentinos. A partir de allí, todo se hizo cuesta arriba.
En la segunda mitad, el rival corrigió su postura: se replegó, juntó sus líneas y a los del Muñeco se les cerraron todos los caminos. Los laterales casi no tuvieron incidencia en ofensiva, los mediocampistas se movieron muy lejos del arco de enfrente, Suárez perdió protagonismo y Julián Álvarez se perdió recostado sobre la derecha.
Sin sorpresa colectiva ni lucidez para algún arresto individual, los locales exigieron poco a Lucas Chaves y por momentos abusaron de los pelotazos frontales de sus marcadores centrales, un recurso válido pero insuficiente.
De acuerdo a los datos revelados por Opta, parte de Stats Perform, Nicolás De La Cruz solo tocó una pelota dentro del área contraria en todo el partido y Agustín Palavecino no lo hizo nunca, lo que puede explicar cierta incomodidad de dos futbolistas de vocación ofensiva que jugaron en general más cerca de los defensores que de los delanteros.
De cara al encuentro que se viene en el Diego Armando Maradona, los de Núñez tendrán como principal objetivo convertir un gol para recuperarse del que sufrieron en casa. En esa búsqueda, Gallardo tendrá que definir si mantiene su dibujo táctico o resigna un atacante en pos de poblar un poco más la zona central del campo.
Con Fernández o Palavecino como laderos de Pérez en la contención, podría producirse el ingreso de José Paradela (anoche tuvo buenos minutos) y volver a verse un equipo más parecido al de 2019 que al de 2020/2021, con más elaboración y llegada de los volantes.
Está claro que no será sencillo. Argentinos demostró que tiene oficio y personalidad, se siente más cómodo en su cancha y arrancará el partido en ventaja. River, con su indiscutible jerarquía y poder de fuego, tratará de volver a dar el presente en la Copa Libertadores.