Hace siete años, Di María recibía una carta del Real Madrid . La carta decía que la selección Argentina tenía que encargarse de lo que pudiera pasarme en caso de que estuviera alineado en la final. " Recibí esta carta del Real Madrid el mismo día de la final de la Copa del Mundo. Me tomé la molestia de leerla, y luego la rompí" , comentaba Di María años más tarde.
El rosarino se perdía el partido de su vida, la gran final de la copa del mundo, en Río de Janeiro , en Brasil , en Maracaná , después de ser un jugador diferencial en la selección de Sabella .
Hoy, siete años después, Di María se puede sacar las ganas y ser campeón, pero esta vez de América . También en Brasil , también en Río de Janeiro , también en Maracaná .
Con Scaloni , Di María tiene otro rol. Juega más veces de suplente que de titular, pero está teniendo más protagonismo que en los últimos años con la selección. Contra Colombia , en la semifinal, fue el factor diferencial cuando entró y le dio alas de nuevo al seleccionado argentino .
Hoy, en Maracaná , Di María se puede reivindicar y dejar de lado esos fantasmas que dicen que en las citas importantes se lesiona. Hoy, Di María puede ser campeón.