NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SELECCIÓN ARGENTINA

Las dos versiones de Argentina

La selección de Scaloni le ganó bien a Uruguay en Brasília pero no por eso se debe contentar. Las actuaciones en los segundos tiempos, cosa a mejorar.

Brasilia
Las dos versiones de Argentina
Alexandre SchneiderGetty Images

Argentina jugó un gran primer tiempo contra la selección uruguaya. Los números y el resultado así lo dicen. Argentina no dejó que Uruguay patee al arco en todo el partido y así es difícil que te metan goles. 

Al ser preguntado en conferencia de prensa por el paso atrás que da la Selección en estos últimos partidos, Scaloni tiró la pelota afuera y dijo no entender la pregunta. La pregunta iba dirigida así debido a una serie de números que a continuación les exponemos. En los últimos 8 encuentros, Argentina metió 11 goles y de esos, 10 fueron en el primer tiempo del encuentro. Además, en los últimos cuatro partidos recibió 4 goles y tres de ellos fueron en el segundo tiempo, según los datos de @sudanalytics.

Por lo general, Argentina salió bien plantado a la cancha y con ganas de llevar la iniciativa. El mediocampo se movió bien, con un Messi que ayuda en todas las áreas y un Lo Celso que entiende e interpreta el juego como nadie. Contra Uruguay, el papel de los laterales fue importante, ya que Acuña y Molina le daban aire a la selección y estiraban el equipo.

En el segundo tiempo, Argentina dio un paso atrás. Puede ser que por la entrada de Correa por Lautaro, por le mejoría de Uruguay o también porque el equipo sentía que dando un paso atrás estaba más resguardado para mantener el resultado y no cometer el mismo error que en estos partidos anteriores.

Por eso, Argentina tiene que ser capaz de mantener el mismo nivel durante los segundos tiempos para que el funcionamiento continúe y no depender de que una pelota parada te pueda complicar un partido. La idea de ir a buscar el segundo gol (como hizo Messi) tiene que ser la primordial. Argentina tiene activos y razones para poder conseguirlo.