BOCA JUNIORS
Russo acertó con la línea de 5 y sorprendió a todo River
El DT se la jugó por un esquema que nunca había utilizado y la apuesta le salió bien. Boca siempre estuvo en partido y mereció algo más. ¿Llegó para quedarse?
En la previa del Superclásico, la lesión de Edwin Cardona parecía ser un mazazo al funcionamiento colectivo de Boca de cara al choque contra River. El colombiano es uno de los pocos futbolistas del plantel que pueden cambiar el trámite de un partido de un momento a otro. Por eso, cuando los hinchas se enteraron la noticia y procesaron internamente que se quedaba afuera del banco, debido a molestias físicas, perdieron un poco las esperanzas.
Sin embargo, Miguel Ángel Russo, un entrenador con mucha experiencia sobre el lomo, sorprendió a propios y extraños. ¿Qué hizo? Colocó un esquema que nunca había utilizado en su segundo ciclo e incluyó 5 defensores en el fondo, 3 mediocampistas y 2 hombres de ataque. El plan salió mejor de lo esperado, el equipo siempre estuvo en partido y hasta por momentos dejó sin armas a un River deslucido.
A diferencia de los últimos partidos, el Xeneize pisó fuerte en la mitad de la cancha, con la presencia de Nicolás Capaldo y Frank Fabra por las bandas, y le cortó los circuitos de juego a los dirigidos por Marcelo Gallardo. Es cierto que a Boca le costó casi 25 o 30 minutos entrar en ritmo, pero nunca se vio en peligro durante el primer tiempo. Jorman Campuzano y Cristian Medina, los dos volantes que fueron por el centro, también tuvieron un correcto desempeño.
El fútbol no entiende de merecimientos, pero la realidad indica que Boca estuvo más cerca de ganarlo que River. La bronca, lógica y entendible, pasa por no haber liquidado el partido a tiempo: en los primeros 20 minutos del complemento, los locales tuvieron situaciones clarísimas de gol pero padecieron de la falta de eficacia. El rendimiento de Franco Armani, una de las figuras del clásico, el mejor ejemplo para explicar esto.
En tiempos donde todo pasa tan rápido, siempre es importante hacer una pausa y realizar breves balances: desde aquella ajustada clasificación ante Claypole, por Copa Argentina, Boca mejoró notoriamente su nivel. No solo le hizo 7 goles a Vélez en Liniers, sino también se le plantó de igual a igual a River, utilizando un esquema que se perfila como una buena alternativa de cara al futuro. Ahora, resta lo más difícil: sostenerse en el tiempo y convencer desde el juego.