River aplastó a un pobre Binacional en Núñez
En el Monumental sin público, el Millonario le ganó 8-0 al flojo conjunto peruano. La diferencia pudo haber sido mayor, pero el local erró dos penales.
Con la misión de levantarse anímicamente tras la Superliga que se había escapado en Tucumán y acomodarse en el Grupo D de la Copa Libertadores después de la caída ante Liga de Quito, River tenía que recibir a Binacional en el Estadio Monumental, a puertas cerradas y con un campo de juego castigado por las lluvias.
Pese a que en la primera fecha había vencido como local a San Pablo, el conjunto peruano demostró que le resulta mucho más fácil jugar en la altura, donde sus rivales sienten el desgaste físico y puede sacar provecho de esa situación. En Núñez, la abismal diferencia entre ambos equipos quedó planteada desde el comienzo.
Enseguida el Millonario se adueñó de la pelota y la llevó a campo contrario, ante un oponente inofensivo que tardaba poco en perderla las contadas veces que la recuperaba. Nicolás De La Cruz desperdició una chance de abrir rápido el marcador cuando Raúl Fernández le detuvo un penal que le habían cometido a Ignacio Fernández.
Sin embargo, las distancias físicas, técnicas y hasta conceptuales en favor de los dueños de casa se siguieron evidenciando con el transcurrir de los minutos y las ocasiones se sucedían, pero la impericia en los metros finales impedía que llegara el primer gol de la noche.
Tal fue así que los dirigidos por Marcelo Gallardo erraron su segundo penal de la noche: esta vez el árbitro venezolano Jesús Valenzuela vio una infracción sobre Matías Suárez, Nacho Fernández se hizo cargo y su disparo se estrelló en el travesaño.
El fastidio del Muñeco por la situación se notó cuando festejó con algo de bronca el tanto de Milton Casco, quien luego de una muy buena maniobra colectiva definió con la cara interna del pie derecho y rompió la malaria riverplatense.
En el arranque del complemento, River siguió fallando mucho en el área visitante, pero tuvo una ráfaga que le permitió estirar la ventaja, con Enzo Pérez conduciendo y asistiendo desde el mediocampo y Matías Suárez haciendo daño en su zona de influencia.
Primero Rafael Borré, de discreto encuentro, empujó a la red un pase de su compañero de ataque. Luego, el ingresado Jorge Carrascal acomodó el balón contra un palo tras recibir a espaldas de una defensa que marcó todo el partido adelantada y en línea.
Los argentinos, conscientes de que el trámite se presentaba ideal para recuperar la diferencia de gol, siguieron yendo sin demasiada efectividad, aunque les bastó para volver a convertir mediante un cabezazo de Nacho después de un preciso centro de Gonzalo Montiel.
Ese festejo abrió el camino para otros cuatro: un anticipo ofensivo de Robert Rojas que se desvió en el camino; una escalada que Paulo Díaz finalizó con un potente disparo alto e inatajable para el arquero; una buena definición de Suárez cuando el arquero ya era Dahwling Leudo, por la lesión de Fernández cuando se habían hecho los tres cambios; y una pared que Fernández punteó al fondo del arco.
El 8-0 fue una muestra de la gigantesca disparidad jerárquica entre River y Binacional y les sirvió a los de Núñez para levantar la cabeza luego de una semana complicada. Luego del debut en la Copa Superliga, la próxima semana llegará una visita de riesgo al Morumbí para tratar de seguir encaminando la clasificación.