El legado que deja Pochettino

Tras un irregular arranque de temporada, con el equipo hundido en la tabla y a más de diez puntos de la Champions, se colmó la paciencia de Daniel Levy. Poco importó la impresionante 2018-2019 en la que el Tottenham rozó la gloria. El mandamás de los spurs decidió prescindir de los servicios de Mauricio Pochettino y, con ello, dejar atrás una de las etapas más grandes de la historia del club, si no la que más.

El técnico argentino llegó en la 2013-2014 en sustitución de Tim Sherwood y el crecimiento del Tottenham desde entonces, no solo a nivel deportivo sino también económico, no ha parado de crecer a nivel exponencial. Los números hablan por sí solos: 4 clasificaciones consecutivas para jugar la Champions League -en su primera campaña fueron quintos- reciclando jugadores y aumentando su valor el mercado constantemente. De la mano de Pochettino, el Tottenham no acabó con la tiranía de los grandes, sino que se convirtió en uno de ellos.

De entre los casi 300 partidos que llegó a dirigir al Tottenham, siendo además el último en sentarse en el mítico banquillo local del antiguo White Hart Lane, dotó al equipo de su inconfundible carácter con un juego vistoso que priorizó el ataque a dejar la puerta a cero. Y funcionó. Hasta el punto de lograr sus los tres mejores resultados de la historia del club en Premier League -2º en la 2016-17 y 3º en la 2015-16 y 2017-18-.

Pese a que no logró levantar ningún título, su mayor lunar también fue su techo en el norte de Londres. Pochettino estuvo a punto de coronarse campeón de Europa llegando hasta la gran final de la Liga de Campeones tras eliminar a Ajax, Manchester City y Borussia de Dortmund, algo sin ningún precedente en la historia del club.

Solo seis meses más tarde, el Tottenham ha decidido echar a Pochettino. Con el equipo ocupando la 14ª plaza tras doce jornadas de Premier League y con pie y medio en los octavos de final de la Champions. Trabajo no le faltará al argentino.