COPA DAVIS
Pedro Cachín: el sparring más solidario lo tiene Argentina
El tenista argentino,afincado en Barcelona, ocupa el puesto 279 del ránking ATP. Fue noticia hace unos meses por un bonito gesto con unos chicos africanos.
Como es normal, en torneos como la Copa Davis la atención mediática se la llevan los jugadores. Algunas de las mejores raquetas del mundo se dan cita en Madrid y tanto las cámaras como los micrófonos las vigilan de cerca. Sin embargo, dentro de cada equipo, hay otras piezas importantes, fundamentales se podría decir, que se encargan de que esas estrellas luzcan. Una de ellas es la de los sparrings. La mayoría de equipos de esta edición cuentan con ese jugador encargado de entrenar con los 'titulares', rellenar huecos y hacer que todo sea más fácil para las prácticas preparadas por los capitanes.
Argentina cuenta para la labor con Pedro Cachín. A sus 24 años, el jugador cordobés ya ha sido sparring del equipo en varias ocasiones, pero lo vive con la ilusión del primer día. Su actitud es inmejorable, siempre dispuesto para lo que necesite Gastón Gaudio y absorbiendo los consejos que le dan sus compañeros.
Pedro se marchó a Barcelona con 19 años con el único objetivo de convertirse en jugador profesional. Allí se formó de la mano de Alex Corretja, que le acogió en su academia tras ver su talento. Aunque ha visto cortada esa progresión, sigue luchando por estar entre los mejores del mundo. Ocupa el puesto 279 del ránking ATP, llegó a estar 166 y ha derrotado a varios jugadores top-100 como Denis Istomin o Pablo Carreño.
Hace unos meses, Cachín fue noticia pero por un hecho que lo dignifica por encima de cualquier resultado deportivo. A través de las redes sociales se hizo viral una imagen de unos niños en el Congo encordando una raqueta con la mano y un simple palo. Una forma poco práctica, pero la única que podían permitirse. La ternura de la imagen llegó hasta Pedro, que decidió ayudarlos enviándoles una máquina encordadora que su padre le había regalado con 12 años. Con la ayuda de Xavier Colomina, encordador de los mejores del mundo, y la fundación Tennis Aid hicieron llegar el aparato a África. Los niños se lo agradecieron con una pancarta.
“Fue tan emocionante para él como para mí. Conmueve que la imagen haya llegado tan lejos. Es un gesto lindo que no nos costó nada en absoluto porque fue algo mínimo en lo económico”, comentó Pedro una vez los chicos recibieron la máquina.