River Plate volvió a meterse en la gran final de la Copa Libertadores tras superar a Boca Juniors en las semifinales. Los de Gallardo quieren repetir el título de 2018.
River Plate logró volver a meterse en la gran final de la Copa Libertadores después de que los de Marcelo Gallardo aguantaran el 2-0 logrado en el partido de ida del Monumental y cayeran por 1-0 en La Bombonera ante Boca Juniors, precisamente su rival en la final de la pasada edición, al que se impuso en Madrid para lograr su cuarto titulo de Copa Libertadores.
Franco Armani
Igual que en la edición pasada, resultó determinante cada vez que lo llamaron a la acción. Se perdió dos partidos de fase de grupos por lesión, pero fue figura en los penales para la clasificación ante Cruzeiro y respondió muy bien en las series contra Cerro Porteño y Boca.
Gonzalo Montiel
Se convirtió en un futbolista muy importante en el circuito futbolístico de River. Su vocación ofensiva, su asociación constante con sus compañeros del mediocampo y el ataque y su determinación lo volvieron un irremplazable. Pateó con mucha personalidad su penal en la serie contra Cruzeiro. Le queda como materia pendiente una mejor ejecución de los centros.
Lucas Martínez Quarta
En la Copa pasada había quedado algo relegado y en esta se convirtió en líder de la defensa. Con un carácter sorprendente para su corta edad, demostró por qué Gallardo confió en él una vez más. Marcó un gol en fase de grupos contra Alianza Lima y también anotó su penal en Belo Horizonte.
Javier Pinola
Aunque sufrió una lesión y tuvo altibajos, en cada partido determinante volvió a dejar en claro que es un futbolistas hecho a la medida de las grandes citas. Metió un gol clave de cabeza para sellar la clasificación en Chile.
Milton Casco
Reconvertido por momentos en un wing izquierdo, pero también cerrándose para formar parte del circuito futbolístico del equipo casi como un volante central, es una de las principales cartas del equipo de Gallardo. Aporta criterio, verticalidad y sorpresa.
Ignacio Fernández
El cerebro de River. Además de haber marcado goles importantes contra Palestino, Cerro Porteño y Boca, le dio pausa y fútbol al mediocampo en los momentos que más lo necesitaba. Ante la ausencia de Juan Fernando Quintero, se hizo cargo de su responsabilidad.
Enzo Pérez
Encontró su mejor rendimiento como volante central y, en base a un buen posicionamiento, a una distribución de pelota casi perfecta y a la simpleza de su juego, se erigió como un pilar del equipo. Fue uno de los más regulares de la Copa.
Exequiel Palacios
Alternó buenas y malas. Más allá de las reiteradas demostraciones de su clase internacional, también hubo partidos en los que el equipo lo necesitó un poco más. Se perdió la mayor parte de la fase de grupos por lesión.
Nicolás De La Cruz
La figura del Millonario en esta Copa Libertadores. A su velocidad y explosión le sumó sacrificio, criterio y gol. Les marcó a Alianza Lima, a Internacional y a Cerro Porteño un tanto clave para liquidar la serie después de un difícil episodio personal en Paraguay. Contra Boca no se achicó en La Bombonera y fue el más peligroso del equipo.
Matías Suárez
Por momentos le costó destacarse, pero tuvo una participación clave con la asistencia a Nacho Fernández en el segundo gol contra Boca. Marcó un gol en fase de grupos contra Alianza Lima, pero falló un penal en octavos de final frente a Cruzeiro.
Rafael Borré
Aunque algo irregular, volvió a ser clave para River y demostró que tiene personalidad para jugar la Copa. En fase de grupos parecía que perdía su lugar en el once titular, pero lo recuperó en las instancias decisivas y marcó goles de penal contra Cruzeiro (en la definición), contra Cerro Porteño y contra Boca, además de aportar su habitual presión para incomodar a las defensas rivales.
Germán Lux
Le tocó atajar en un par de partidos de la fase de grupos por la lesión de Armani y no tuvo mayor responsabilidad en los goles que le convirtieron contra Inter en Brasil.
Fabrizio Angileri
Llegó para ocupar el lugar de Casco cuando todavía estaba lesionado, pero no tuvo un buen rendimiento y apenas volvió su compañero le tuvo que ceder el lugar.
Robert Rojas
Le tocó entrar por la lesión de Pinola en las series con Cruzeiro y Cerro Porteño. Sufrió en la revancha contra los paraguayos y no tuvo un buen rendimiento.
Paulo Díaz
Fue el último en sumarse y apenas tuvo unos minutos en cancha contra Boca.
Leonardo Ponzio
Aunque el físico ya le pasa factura y hay compañeros que están mejor que él, cuando le tocó jugar lo hizo correctamente y con su habitual liderazgo.
Bruno Zuculini
Sumó pocos minutos y no lo hizo en su mejor nivel.
Jorge Carrascal
Gallardo sorprendió incluyéndolo entre los titulares en Brasil contra Cruzeiro y fue el mejor de la cancha. Fuera de eso, no tuvo casi participación.
Cristian Ferreira
Aunque luego quedó relegado, fue importante por el gol que inició el camino hacia la final con un gran tiro libre que significó el empate agónico en Lima.
Lucas Pratto
Fue de mayor a menor. Arrancó como titular en la fase de grupos y marcó goles importantes contra Inter de visitante y de local, pero luego tuvo un problema físico, no pudo hacer la pretemporada de la mejor manera y perdió su lugar.
Ignacio Scocco
Jugó poco y entró siempre desde el banco. No pudo aportar demasiado.
Julián Álvarez
También jugó poco, pero estuvo de arranque en el partido contra Internacional en el Monumental y marcó un gol.
El Millonario llegó al cruce definitorio del máximo certamen del continente por tercera vez en cinco años. Ya espera a Flamengo para ir en busca del título en Santiago de Chile.
Tras haber sellado su clasificación en La Bombonera, River se aseguró sus pasajes para el duelo del próximo 23 de noviembre en la capital chilena, donde se medirá con el ganador de la llave brasileña entre Flamengo y Gremio en busca de otra conquista de América.
Sin embargo, el camino del Millonario en el certamen comenzó varios meses atrás, allá por marzo de 2019, en Lima. Desde aquel agónico empate 1-1 ante Alianza, pasaron los seis encuentros de la fase de grupos de la que también formaban parte Internacional y Palestino, la clasificación por penales en octavos de final contra Cruzeiro y el trabajado 3-1 en el global sobre Cerro Porteño.
Luego llegó el turno de otro Superclásico, con la carga emotiva aún latente de la final de 2018. El equipo de Marcelo Gallardo supo sacarse de encima otra vez a Boca para ganarse su lugar en la primera final única de la Copa Libertadores.
Así fue el camino de River hacia Santiago de Chile
6 de marzo de 2019 - Fase de Grupos: Alianza Lima 1-1 River (Estadio Nacional de Lima).
13 de marzo de 2019 - Fase de Grupos: River 0-0 Palestino (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
3 de abril de 2019 - Fase de Grupos: Internacional 2-2 River (Estadio Beira-Rio).
11 de abril de 2019 - Fase de Grupos: River 3-0 Alianza Lima (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
24 de abril de 2019 - Fase de Grupos: Palestino 0-2 River (Estadio Monumental David Arellano).
7 de mayo de 2019 - Fase de Grupos: River 2-2 Internacional (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
23 de julio de 2019 - Octavos de Final (ida): River 0-0 Cruzeiro (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
30 de julio de 2019 - Octavos de Final (vuelta): Cruzeiro 0 (2) - 0 (4) River (Estadio Mineirao).
22 de agosto de 2019 - Cuartos de Final (ida): River 2-0 Cerro Porteño (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
29 de agosto de 2019 - Cuartos de final (vuelta): Cerro Porteño 1-1 River (Estadio La Nueva Olla General Pablo Rojas).
1° de octubre de 2019 - Semifinales (ida): River 2-0 Boca (Estadio Monumental Antonio V. Liberti).
22 de octubre de 2019 - Semifinales (vuelta): Boca 1-0 River (Estadio Estadio Alberto J. Armando).
Desde que comenzó la Copa Libertadores, allá por marzo de este año, Marcelo Gallardo fue dándole forma al equipo con el que disputará la final en Santiago de Chile el próximo 23 de noviembre.
En el camino, algunos futbolistas de su equipo sufrieron lesiones que les costaron semanas y hasta meses de recuperación, otros perdieron su lugar por bajos rendimientos y también hubo altas y bajas en el plantel, pero lo cierto es que hoy la alineación titular parece inamovible.
De acuerdo al nivel mostrado desde la fase de grupos, la formación que dispuso el Muñeco tanto en la ida como en la vuelta contra Boca parece ser, hoy en día, la que mejores resultados le da desde lo futbolístico.
Con Juan Fernando Quintero e Ignacio Scocco volviendo poco a poco, con Leonardo Ponzio y Lucas Pratto todavía lejos de la plenitud física y con el resto aún sin la confianza del DT para jugar desde el arranque, como pocas veces antes en el ciclo puede verse un "11 de memoria".
En el arco, Armani es un indiscutido. La última línea, con Montiel y Casco fijos en los laterales y Martínez Quarta en la zaga, tuvo en algún momento el ingreso de Paulo Díaz, pero Pinola recuperó su lugar tras volver de la lesión. En el medio, sólo el regreso de Juanfer podría trastocar los planes. Y arriba, aunque Scocco va ganando terreno, Suárez y Borré son hoy en día los que mejor están para el entrenador.
En definitiva, el 11 ideal a lo largo de la Copa fue, ni más ni menos, que el que Gallardo eligió para los Superclásicos: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Javier Pinola, Milton Casco; Ignacio Fernández, Enzo Pére, Exequiel Palacios, Nicolás De La Cruz; Matías Suárez y Rafael Borré. ¿Irán los mismos ante Flamengo o Gremio?
No es ninguna novedad a esta altura que en el último lustro River logró un claro dominio del continente. En las sucesivas Copas Libertadores que se vienen disputando desde 2015, cuando el Millonario volvió a participar tras seis años de ausencias y fue campeón por primera vez en el ciclo Gallardo, la condición de favorito cada vez le sienta mejor.
Son varias las cuestiones que hicieron del equipo del Muñeco un verdadero cuco para el resto de los clubes de Sudamérica, pero cada una es fundamental para entender por qué el éxito se prolonga en el tiempo y el próximo 23 de noviembre jugará por el bicampeonato en Santiago de Chile.
Proyecto
Desde que llegó a Núñez en 2014, Marcelo Gallardo apostó fuerte a una idea, a sostenerla en el tiempo y a conjugar la experiencia de futbolistas consagrados con el aprendizaje de los más jóvenes, en muchos casos surgidos de las divisiones inferiores del club. Pasaron los nombres, muchos de ellos de peso, pero quedaron las formas, innegociables. En más de cinco años, por supuesto, hubo altibajos. Sin embargo los planteles nunca se perdieron del camino y, ya en 2019, el DT parece haber encontrado, además de la línea de juego que pretende, el funcionamiento más aceitado que se vio durante su mandato.
Convencimiento
Además de tener un estilo definido, también es fundamental saber cómo transmitirlo. Y en ese sentido, el entrenador riverplatense parece tener la situación mejor controlada que ningún otro. Sus jugadores obedecen a un sistema y son siempre los mejores intérpretes de lo que el conductor busca. "Me siento identificado", ha dicho más de una vez el Muñeco. De ese ida y vuelta también nace una de las principales armas de este River, que no se reprocha lo que es ni siquiera en las derrotas.
Versatilidad
Para jugar la Copa Libertadores hay que saber adaptarse a los distintos momentos y a los obstáculos que un certamen tan complejo propone. Partidos de palo por palo, otros de pierna fuerte, algunos en los que hay que explotar el contragolpe, canchas más hostiles, factores climáticos o geográficos. En ese ítem el Millonario tampoco flaquea. Gallardo saca pecho por tener un equipo que no tiene problemas en "ponerse el overol" cuando hace falta y esa es una virtud imprescindible para cualquiera que pretenda dar pelea en uno de los torneos más difíciles del mundo.
Carácter
Además de las dificultades deportivas que tiene la Copa, surgen constantemente otras también psicológicas: clasificaciones que se complican, llaves en las que puede tocar un mal resultado en el primer partido, rivales que marcan su superioridad en algún tramo de una serie. Ante esto, River trabaja como pocos su fortaleza mental para reponerse de las adversidades. Primero las acepta, asume que pueden ocurrir, y luego las ataca con la certeza de que su plan suele dar los mejores resultados y que, si no se sale de esa línea, generalmente cosechará sus frutos. La falta de motivación, la cabeza gacha o la rendición son características ajenas a los equipos de Gallardo. Es prueba de ello que mantuvo el espíritu competitivo después de haber ganado la final más importante de la historia.
Juego colectivo
Durante todo el ciclo, y este año no fue la excepción, River no se destacó por contar con figuras excluyentes, jugadores que ganen partidos "solos" cuando sus compañeros tienen un mal día. Pese a esto, sí logró hacer de su funcionamiento general un pilar para alcanzar los objetivos. La voracidad ofensiva, la presión escalonada, los movimientos constantes en el frente de ataque, el libreto perfectamente aprendido por cada pieza del rompecabezas. Más allá del talento indiscutible de algunos de los jugadores, el Millonario es mucho más como un todo que lo que representa cada uno de sus componentes. Y la clara demostración de eso es que, aún con la partida de algunos que parecían irremplazables como Maidana y el Pity Martínez, el equipo no se resintió y, un año después, vuelve a estar a un paso de conquistar América.
La gran final que se jugará el 23 de noviembre en Santiago de Chile, en el que el Millonario enfrentará a Flamengo, será la séptima chance para el club de llegar a la cima de América: luego de dos frustraciones en 1966 y 1976, logró levantar el trofeo más preciado del continente en 1986, 1996, 2015 y 2018.
Curiosamente, las dos caídas en finales coperas, primero ante Peñarol y luego contra Cruzeiro, se dieron en el mismo escenario donde se dirimirá el título de esta edición: el Estadio Nacional de la capital chilena. En ambos casos se trató de un desempate, tras sendas derrotas como visitante y triunfos en el Monumental.
A partir de 1986, en cambio, cada vez que llegó al encuentro decisivo, River terminó festejando. Fue dos veces contra América de Cali y, ya bajo la conducción del Muñeco, las últimas contra Tigres de México y Boca.
TODAS LAS FINALES DE RIVER EN LA COPA LIBERTADORES
Copa Libertadores 1966
Peñarol 2-0 River (Partido de ida - Estadio Centenario)
River 3-2 Peñarol (Partido de vuelta - Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Peñarol 4-2 River (Partido desempate - Estadio Nacional de Chile)
Copa Libertadores 1976
Cruzeiro 4-1 River (Partido de ida - Estadio Mineirao)
River 2-1 Cruzeiro (Partido de vuelta - Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Cruzeiro 3-2 River (Partido desempate - Estadio Nacional de Chile)
Copa Libertadores 1986
América de Cali 1-2 River (Partido de ida - Estadio Olímpico Pascual Guerrero)
River 1-0 América de Cali (Partido de vuelta - Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Copa Libertadores 1996
América de Cali 1-0 River (Partido de ida - Estadio Olímpico Pascual Guerrero)
River 2-0 América de Cali (Partido de vuelta - Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Copa Libertadores 2015
Tigres 0-0 River (Partido de ida - Estadio Universitario UANL)
River 3-0 Tigres (Partido de vuelta - Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Copa Libertadores 2018
Boca 2-2 River (Partido de ida - Estadio La Bombonera Alberto J. Armando)
River 3-1 Boca (Partido de vuelta - Estadio Santiago Bernabéu)
En junio de 2014, Marcelo Gallardo asumió la dirección técnica de River. Era un equipo que venía de ser campeón, por ende su misión no era fácil: tenía que seguir por la senda del triunfo y defender la posición de privilegio que había heredado de Ramón Díaz, su predecesor.
En aquel entonces, pocos imaginaban que vendría un Millonario multicampeón y poderoso en el plano internacional que en apenas un lustro disputó 13 finales, de las cuales logró el título en 10.
Desde la primera Copa Sudamericana, pasaron tres Recopas, una Suruga Bank, dos Libertadores, dos Copas Argentina y una Supercopa Argentina. Y entre las víctimas de los dirigidos por el Muñeco estuvieron Atlético Nacional, San Lorenzo, Independiente Santa Fe, Athletico Paranaense, Tigres de México, Gamba Osaka, Rosario Central, Atlético Tucumán y dos veces Boca.
Las únicas derrotas en partidos en los que había un trofeo en juego fueron en la Supercopa Argentina 2014 contra Huracán, en la edición 2016 del mismo torneo ante Lanús y en el Mundial de Clubes 2015 a manos del casi invencible Barcelona de Messi, Neymar y Suárez.
El sábado 23 de noviembre, River se medirá con Flamengo en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, donde intentará mantener la condición de campeón de América y estirar su racha ganadora.
TODAS LAS FINALES DE GALLARDO EN RIVER
Copa Sudamericana 2014
Atlético Nacional 1-1 River (Estadio Atanasio Girardot)
River 2-0 Atlético Nacional (Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Recopa Sudamericana 2015
River 1-0 San Lorenzo (Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
San Lorenzo 0-1 River (Estadio Pedro Bidegain)
Supercopa Argentina 2014
River 0-1 Huracán (Estadio San Juan del Bicentenario)
Copa Libertadores 2015
Tigres 0-0 River (Estadio Universitario UANL)
River 3-0 Tigres (Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Suruga Bank 2015
Gamba Osaka 0-3 River (Estadio de la Expo '70 de Osaka)
Mundial de Clubes 2015
Barcelona 3-0 River (Estadio Internacional de Yokohama)
Recopa Sudamericana 2016
Santa Fe 0-0 River (Estadio El Campín)
River 2-1 Santa Fe (Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Copa Argentina 2016
River 4-3 Rosario Central (Estadio Mario Alberto Kempes)
Supercopa Argentina 2016
Lanús 3-0 River (Estadio Ciudad de La Plata)
Copa Argentina 2017
River 2-1 Atlético Tucumán (Estadio Malvinas Argentinas)
Supercopa Argentina 2017
River 2-0 Boca (Estadio Malvinas Argentinas)
Copa Libertadores 2018
Boca 2-2 River (Estadio La Bombonera Alberto J. Armando)
River 3-1 Boca (Estadio Santiago Bernabéu)
Recopa Sudamericana 2019
Athletico Paranaense 1-0 River (Estadio Arena da Baixada)
River 3-0 Athletico Paranaense (Estadio Monumental Antonio V. Liberti)
Quizás pocos se hubieran imaginado en 2018, cuando aparecía totalmente relegado en el plantel y era resistido por la mayoría de los hinchas, que Nicolás De La Cruz se convertiría, un año más tarde, en una pieza fundamental para llegar a una nueva final de Copa Libertadores.
Sin embargo, el uruguayo hizo el camino que ya había trazado un tiempo atrás el Pity Martínez, cambió las reprobaciones por aplausos en el Monumental y, con bajo perfil, mostró que tiene personalidad para vestir la Banda Roja y aparecer en momentos clave.
No fue fácil para el ex Liverpool asentarse en Núñez, pero la lesión de Juan Fernando Quintero en marzo de este año abrió una vacante en el mediocampo para un jugador que aportara desequilibrio y conectara las líneas. Aunque con características muy distintas a las del colombiano, De La Cruz pudo darle un plus al equipo en ese sentido.
En un principio, el Muñeco probó con Cristian Ferreira, pero la irregularidad del juvenil le dio la posibilidad a Nico de tener otra chance. Tampoco pudo afirmarse Jorge Carrascal, pese a su buen partido en Brasil contra Cruzeiro.
De a poco, fue quedando claro que las condiciones del número 11 riverplatense favorecían un ataque más veloz y directo, que su cambio de ritmo era fundamental y, a eso, le sumó también presión y sacrificio en la marca.
Sus goles contra Inter en Brasil, contra Alianza Lima y sobre todo el que le hizo a Cerro Porteño le dieron un impulso anímico. En La Boca, demostró que la responsabilidad de jugar una serie crucial no le pesa para nada.
Ahora su entrenador ya recuperó a Juanfer, pero será difícil que decida remover para la final a un futbolista que, en esta Copa, demostró todo su potencial y, una vez más, le dio la razón a quien lo respaldó en los momentos complicados.