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River Plate

La dura infancia de Enzo Pérez: "Llegué a vivir en un garage"

El mediocampista de River participó de una extensa entrevista con La Nación en la que contó las dificultades que tuvo que atravesar cuando era niño.

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La dura infancia de Enzo Pérez: "Llegué a vivir en un garage"
Prensa River Plate

A pocos días de un nuevo desafío trascendental para su carrera, Enzo Pérez se ilusiona con volver a disputar una final de Copa Libertadores. Desde su llegada al club de sus amores, su camino fue de menor a mayor y hoy es un pilar indiscutido en el esquema de Marcelo Gallardo.

En ese contexto, el mediocampista de River le brindó una entrevista al diario La Nación en la que contestó 100 preguntas sobre distintos temas vinculados a su profesión y también a su vida privada, y entre otras cosas contó las necesidades que pasó durante su infancia en Mendoza.

"No fue fácil. Estábamos 3 meses en una casa, 4 meses en otra, éramos nómades. Se terminaba la plata para el alquiler, entonces mi viejo hablaba con algún conocido y le pedía que lo aguantara un tiempo hasta que consiguiera trabajo. Mi viejo era albañil y viste cómo son esos trabajos, ¿no? Una semana tenés, otra no. Una vez le dieron una obra grande en un barrio, y ahí vivimos en una buena casa, pero en cuanto terminó la obra, afuera. En una época vivimos en un garage, con los colchones, la mesa, la garrafa para cocinar. para bañarnos le teníamos que pedir el baño a la gente que vivía en la casa", reveló el número 24 del campeón de América.

A su vez, recordó los esfuerzos que hizo su familia para poder sostener su crianza y la de sus hermanos: "Al ser el mayor de los cuatro hermanos, lo tomaba con más responsabilidad. Lo tengo todo muy grabado en la cabeza. Quizá mis hermanos al ser más chicos no se daban cuenta tanto. Yo vi cuando mi viejo fue a vender la alianza de casamiento para comprar comida o recuerdo haber ido a buscar a mi vieja a su habitación para que viniera a comer con nosotros, y que me contestara que no tenía hambre, o cualquier otra excusa, para no sacarnos comida a nosotros. La he visto sufrir porque no nos podía dar lo que queríamos. Por ahí pasaban los cumpleaños y no los podíamos festejar. Cerca de casa había una panadería y cuando pasaban 2 o 3 días sin vender, íbamos sin vergüenza a pedir que nos dieran lo que sobraba para tener algo más sobre la mesa".

Enzo también se refirió a sus inicios en el fútbol, aún en una etapa de muchas privaciones: "Desde que tengo uso de razón ando con una pelota de acá para allá. Llegaba del colegio, tiraba la mochila y me iba a jugar. Si no había pelota, hacíamos una con bolsas, o con medias, o jugábamos con una tapita de Coca Cola, o con piedritas en el asfalto, muchas veces descalzos".

De aquella época, el volante contó también cómo nació su pasión riverplatense: "Mi ídolo de toda la vida fue Enzo (Francescoli), otro que me encantaba era Ariel (Ortega). Cuando River hacía las pretemporadas en Mendoza, en la quinta de Abate, nos metíamos con unos amigos por atrás para tratar de ver de cerca a esos monstruos. Eso sí, nunca pedí fotos ni camisetas, hasta el día de hoy sigo siendo bastante vergonzoso. Los partidos de River los veíamos en la casa de algún compañero, siempre en el grupo hay alguno que está mejor económicamente que otro y podía pagar el cable".