1x1 de River: Enzo Pérez ordena, Nacho Fernández conduce

Franco Armani (7): seguro las pocas veces que lo atacaron. Le sacó un buen remate a Mac Allister en el primer tiempo.

Gonzalo Montiel (6): no tuvo tanta incidencia en ataque como en otros partidos, pero tuvo un desempeño correcto. Casi convierte un gol fortuito con un centro que pegó en el segundo palo.

Lucas Martínez Quarta (6): firme en la marca, por momentos asumió riesgos innecesarios por exceso de confianza con la pelota en sus pies.

Javier Pinola (8): Gallardo se inclinó por él en la defensa y le dio la razón. Contuvo bien a Ábila y estuvo fino en las salidas.

Milton Casco (7): siempre exigió por su banda. Aunque le costó cerrar algunas jugadas, redondeó otra buena actuación.

Ignacio Fernández (8): en el primer tiempo no tuvo tanta incidencia, pero en el segundo se hizo cargo de la generación de juego del equipo y lo coronó con el gol que estiró el resultado.

Enzo Pérez (9): siempre bien ubicado, seguro con los pases y aportando su liderazgo en la mitad de la cancha. Otra vez fue el más destacado del Millonario.

Exequiel Palacios (6): intermitente. Aportó buenos pases entre líneas y sacrificio, pero por momentos redujo su participación.

Nicolás De La Cruz (6): muy importante por su constante decisión para encarar y su aceleración. Recostado sobre ambas bandas generó peligro, pero perdió un par de pelotas en las que dejó mal parado al equipo.

Matías Suárez (7): punzante para encarar y difícil de contener para la defensa rival. Asistió a Nacho Fernández en el segundo gol y estuvo cerca de convertir el suyo.

Rafael Borré (7): exigió, presionó, le cometieron el penal y no dudó en ejecutarlo. Le faltó precisión en algunos pases, pero hizo un buen partido.

Ignacio Scocco (7): entró en sintonía con el equipo y volvió a demostrar que hoy es una gran variante en ataque.

Julián Álvarez (6): pese a su juventud, le tocó jugar en otro partido clave y se mostró participativo. Falló en algunas decisiones.

Lucas Pratto (-): jugó pocos minutos pero le agregó una dosis de sacrificio al equipo, recuperando un par de pelotas en campo propio.