River y una noche para el olvido

En una jornada que estuvo muy lejos de lo planeado, River perdió 2-1 con Vélez. El campeón de América no jugó bien, se vio perjudicado por el árbitro, sufrió la preocupante lesión de Enzo Pérez y desperdició un penal antes del cierre.

Con un mediocampo debilitado en el cambio de ritmo por la lesión de De La Cruz, los dueños de casa intentaron sostener su habitual propuesta de presión y juego vertiginoso desde el comienzo.

Por momentos lo lograron, pero se encontraron con un Vélez que lo esperó bien en su campo, encimó a los principales generadores de juego y se dispuso a capitalizar los errores del local para sacar alguna ventaja.

Corría casi media hora de la etapa inicial cuando Andrés Merlos omitió un penal que Lucas Hoyos le cometió a Matías Suárez, luego de llegar a destiempo a una pelota que el cordobés se había llevado con la cabeza.

Y mientras el Millonario dominaba las acciones pero no inquietaba demasiado al fondo velezano por falta de claridad en los metros finales, la visita aprovechó su oportunidad: Franco Armani sacó mal, Paulo Díaz dudó en el cruce, Nicolás Domínguez quedó mano a mano y no perdonó con su remate cruzado.

Al verse abajo en el marcador, los dirigidos por Marcelo Gallardo reaccionaron y, con algo más de decisión, estuvieron a punto de empatar antes del descanso, mediante un potente disparo de Ignacio Fernández que se estrelló en el travesaño.

En el complemento, sobre el cuarto de hora y cuando su equipo ya había sufrido la baja de Enzo Pérez (se fue reemplazado por una molestia muscular), Nacho tuvo revancha y logró la igualdad.

River dominaba a un Fortín muy retrasado que no pudo frenar una sensacional escalada de Lucas Martínez Quarta, quien rompió líneas, se asoció con Suárez, llegó al fondo por izquierda y le cedió el gol al ex Gimnasia que apenas tuvo que empujarla a la red.

El propio Martínez Quarta, con la confianza por las nubes, estuvo a punto de dar vuelta el trámite de volea minutos más tarde, pero su intento rebotó en uno de los palos.

Luego de eso, el empuje riverplatense se atenuó y un Vélez que ya parecía conforme con el punto, se encontró con una gran posibilidad de llevarse todo cuando Nacho Fernández falló en una salida, Thiago Almada encaró hacia el área -se llevó el balón con la mano- y Armani le cometió penal. El atacante del conjunto de Liniers lo convirtió y el partido parecía resuelto.

Sin embargo, el Millonario contó con otro penal por una supuesta mano de Nico Domínguez que sólo vio el referí -que además lo expulsó- cuando el tiempo ya estaba casi cumplido. Nacho se hizo cargo y cruzó su zurdazo, pero Hoyos adivinó la intención y la envió al córner.

Los minutos que quedaron fueron pura impotencia en Núñez, mientras los de Heinze manejaban los tiempos. Fue una floja de noche de River, con un arbitraje que tampoco estuvo a la altura, y la alegría viajó para Liniers.