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River Plate

El mejor Palacios lleva las riendas de un River imparable

El tucumano retomó su mejor nivel y es una de las claves del gran presente del equipo de Gallardo. Pase, recuperación y criterio para distribuir.

El mejor Palacios lleva las riendas de un River imparable
Prensa River Plate

En febrero de este año, cuando River todavía disfrutaba de las mieles del éxito conseguido en Madrid y ya había retomado el camino de los triunfos y el buen juego, un cachetazo sacudió a Marcelo Gallardo: Exequiel Palacios, el joven que ya había pasado de ser una variante a un imprescindible, se había fracturado el peroné.

Aún sin él y sin Juan Fernando Quintero, quien se rompió los ligamentos algunas semanas más tarde, el equipo logró reinventarse con Bruno Zuculini, con Cristian Ferreira y con Nicolás De La Cruz, para alcanzar el objetivo de la clasificación continental para 2020. Pero el Muñeco no se olvidó de uno de sus futbolistas predilectos.

Poco después de haber integrado la Selección Argentina Sub-17 en el Sudamericano y en el Mundial de 2015, el conductor del Millonario lo hizo debutar con 17 años recién cumplidos. Sin embargo, en 2016 casi no lo tuvo en cuenta y en 2017 lo utilizó principalmente como recambio. Lo esperó, lo llevó de a poco, y en 2018 lo convirtió en una pieza clave del campeón de América.

Como si se tratara de una señal, Palacios volvió a dar la nota contra Racing. Como la noche en la que ingresó para jugar la última media hora y definió el clásico en Avellaneda con una asistencia y una definición de experimentado. Como la otra noche copera en la que se llevó una pelota a la rastra y liquidó la serie en el Monumental tocándola contra un palo. Como la tarde en la que hizo sufrir a los emisarios del Real Madrid por su grave lesión.

Pala, como lo llaman sus compañeros, demostró este sábado una vez más con una actuación rutilante que es uno de los mejores intérpretes de este modelo riverplatense de quite y circulación, de sacrificio y verticalidad, de alegrías y exigencias.

En un trámite que había comenzado adverso, el tucumano de apenas 20 años tomó en pocos segundos un par de decisiones con la sabiduría y la templanza de un jugador de trayectoria, que bastaron para dar vuelta el resultado. Con dos pases filtrados de la misma zurda (su pierna hábil es la derecha) con la que ya le había marcado en un par de ocasiones a La Academia, dejó cara a cara a Borré y a Suárez, quienes se encargaron del resto.

En la otra parte del partido, cuando no brilló por servirles goles a los delanteros, exhibió sus condiciones habituales: compromiso, posicionamiento, esfuerzo, criterio, despliegue, vocación ofensiva. En definitiva, todas las cualidades que lo llevaron a integrar la lista de la Copa América pasada, a la que no pudo acudir por un desgarro.

Ya en la fecha anterior contra Lanús, según datos relevados por Superliga Innova, el número 15 de River se había destacado por ser el que más pelotas había robado en la jornada: 12, contra 5 de sus inmediatos perseguidores.

Flanqueado por Enzo Pérez que atraviesa su mejor momento desde que llegó a Núñez y por Ignacio Fernández que también se hace cargo de la responsabilidad de romper líneas con su habilidad, Palacios es el cóctel de ambos en un mediocampo que hoy parece funcionar como un reloj.

La mala noticia para Gallardo es que, si mantiene este nivel, será difícil que permanezca en el club después de diciembre. La buena es que, hasta entonces, contará con uno de los volantes más completos de Sudamérica para el tramo decisivo de la Copa Libertadores.