Scaloni, de las críticas permanentes a la continuidad

Scaloni sí. Scaloni no. Tras el tercer puesto conseguido en la Copa América, el debate era éste. El técnico, con contrato hasta el 31 de diciembre, sigue teniendo muchos detractores debido a su poca experiencia en un banco de suplentes. Por otra parte, su evolución tiene valedores como César Luis Menotti y Claudio Tapia. Los máximos responsables de la Selección saben que el trabajo de Scaloni y su cuerpo técnico fue complicado y creen que se merece la confianza para seguir adelante.

A pesar de las críticas, el inexperto técnico se animó a hacer cosas que otros no hicieron. La renovación llegó, casi de golpe, en todo el ciclo del técnico interino en su momento. Los amistosos previos a la Copa América trajeron cosas buenas (como en la derrota ante Brasil) y cosas malas (la mala imagen contra Venezuela en Madrid). Estos partidos fueron moldeando al técnico.

Ya en la Copa América, el entrenador seguía en pleno aprendizaje. Pero se amoldó, vio que algunas cosas no funcionaban, cambió, priorizó rendimientos a nombres, escuchó y entendió cómo se sentían más cómodos los jugadores. Eso que Sampaoli no hizo en ningún momento, Scaloni lo captó rápido: "Los protagonistas son los jugadores. Es obvio que hay que escucharlos".

Scaloni se equivocó y lo va a seguir haciendo. Es un técnico al que le falta experiencia en lectura de partidos y situaciones, pero a su vez, consiguió que el hincha se identificase con un grupo de jugadores, algo que no pasaba desde la última etapa de Martino. El equipo, por momentos, supo a lo que jugaba y qué necesitaba, siendo este su gran triunfo hasta el momento.

La confianza en los Paredes, Lo Celso, Dybala, De Paul o Foyth es toda de su cuerpo técnico y él. Argentina tiene que pensar en un medio plazo y si ningún técnico de élite (Simeone, Pochettino, Gallardo) quieren asumir la responsabilidad, lo más lógico es seguir de la mano de Scaloni. Messi bendijo esta unión y eso es algo que no hay que dejar de lado.