Durante los primeros 45 minutos, Colombia dominó a la Argentina y manejó el juego a su merced. Quizá este haya sido uno de los tantos factores que opacaron la actuación de Lionel Messi dentro del campo de juego.
El 10 albiceleste entró muy poco en acción, se juntó casi nada con Gio Lo Celso y no mostró ni un cuarto de toda su calidad. El balón llegó poco a sus pies y el conjunto de Lionel Scaloni lo sufrió. Cuando él no está bien, sus compañeros tampoco.
En el complemento, Scaloni mandó a Rodrigo De Paul a la cancha para que se asocie al circuito de juego y Messi comenzó a sentirse más cómodo. A los 55’ tiró en exquisito caño dentro del área y estuvo cerca de anotar; diez minutos más tarde, a los 65’, desperdició otra pero de cabeza.
Argentina creció, puso contra las cuerdas a Colombia y Messi se hizo dueño absoluto de cada ataque de su equipo. Pese a los goles colombianos, que llegaron a los 71’ y 80’, la Pulga siguió intentando y no bajó la intensidad.
El resultado no se movió más y la Argentina comenzó la Copa América con el pie izquierdo. Messi redondeó un regular partido pero deberá levantar su nivel para el segundo encuentro: se viene Paraguay y ganar es casi una obligación.