El mensaje de Gallardo: autocrítica y tranquilidad
El entrenador de River reconoció los méritos del rival, asumió los errores de su equipo y esquivó la idea de generar una épica en torno a la revancha.
"Hoy no estaba muy fastidioso, tuve otros momentos de mayor fastidio", expresó un reflexivo Marcelo Gallardo pocos minutos después de la dura derrota que sufrió su equipo en Tucumán. El entrenador de River asumió el traspié con la serenidad de quien ya tiene muchas de estas batallas sobre sus espaldas y también con la apariencia de alguien que sabe dónde y de qué manera enfocar sus energías.
La del primer tiempo no fue la mejor versión que puede verse del campeón de América, pero lejos estuvo de merecer una desventaja de dos goles. Curiosamente, recién en el complemento, con un inteligente cerrojo táctico y un enorme sacrificio físico, Atlético justificó la victoria y la amplió por un error de Franco Armani.
El Muñeco reconoció en la conferencia de prensa los méritos del rival, admitió que el Decano "jugó el partido perfecto" y, con tranquilidad, adelantó que trabajará para revertir la serie. Sin gestos de preocupación ni de enojo.
Fiel a su estilo ultracompetitivo, el DT no cuidó futbolistas en lo que se lleva jugado de la Copa Superliga, pero anoche dio la sensación de haber comprendido que también es importante dosificar los esfuerzos mentales. Y que con la Recopa Sudamericana a la vista, generar una épica en torno a un certamen de menor relevancia podría ser perjudicial para el futuro.
"La gente no tiene por qué recibir mensajes", sentenció la misma persona que en otras oportunidades sí se apoyó en los hinchas para que sus jugadores entreguen un plus dentro de la cancha en situaciones límite. En este caso, optó por no abusar del recurso.
Desde el "Hoy no era para nosotros" hasta el "Si el martes no nos alcanza, por lo menos que el equipo presente otras cualidades", se vio la imagen de un conductor de grupo confiado en sus hombres, aunque también consciente de que lo que hay en disputa no amerita un desgaste psicológico mayor.
River no debió perder por tres goles y él lo sabe. A su vez, sabe que, con el resultado puesto, la eliminación es una posibilidad concreta y eso no puede afectar la fortaleza anímica de un plantel que tiene en ese factor una de sus principales virtudes.
En el último tramo de una temporada larga y extenuante, hay otro torneo internacional en el horizonte. Revertir la serie contra los tucumanos sería un impulso fenomenal, pero no lograrlo no puede debilitar a sus dirigidos antes de los duelos contra Athletico Paranaense. Con vistas a la revancha, esa será la ardua tarea que deberá encarar Gallardo.