RIVER PLATE
El año de Nico De la Cruz
El volante uruguayo ha empezado a ser una alternativa de confianza para el ‘Muñeco’, que cada vez cuenta más con él sea el partido que sea.
Nicolás de la Cruz llegó a River Plate hace casi dos años. El uruguayo fue una apuesta importante del conjunto millonario, que le pagaba a Liverpool más de 2,5 millones de euros, pero firmaba a uno de los talentos jóvenes más importantes del país vecino. Era una inversión, ya que su proyección prometía cotas muy altas.
A De la Cruz le costó entrar en la dinámica de Marcelo Gallardo, que le probaba en distintas posiciones pero no llegaba a convencer en ninguna. Una adaptación difícil a la que hay que sumarle problemas en forma de lesiones. Además de problemas musculares, tuvo que ser operado del menisco en abril del año pasado, perdiéndose más de cuatro meses de competición. Acabó ese mismo año contando con minutos, pero el exceso de ganas y la falta de continuidad no le permitieron mostrar su mejor nivel.
A esto había que sumarle las críticas. Los hinchas empezaron a perder la paciencia y comenzaron las críticas para un jugador que no estaba dando lo esperado. Algunos silbidos en el Monumental o insultos en redes sociales complicaron la situación.
Después de tres semestres complicados, parece que las cosas empiezan a cambiar para De la Cruz. El uruguayo ha empezado a ser una alternativa de confianza para el ‘Muñeco’, que cada vez cuenta más con él sea el partido que sea. De los 16 encuentros que ha tenido River este año, De la Cruz ha participado en 13. Si contamos los últimos 16 de 2018, sólo había jugado 8 de ellos, y en mucho no fue ni convocado.
El ex Liverpool está dejando buenas actuaciones, aunque su mejor momento llegó ante Inter en Porto Alegre. Cuando más lo necesitaba River, tomó la responsabilidad de un tiro libre peligroso y marcó un golazo para empatar un partido muy complicado. “Qué lindo es ir tapando bocas”, escribía su mujer en redes sociales.
De la Cruz está ante el que debe ser su año. La lesión de Juanfer Quintero le obliga a tomar un rol protagonista en el equipo. Debe ser ese volante rápido y desequilibrante que firmó River. Sus últimos partidos dejan claro que su adaptación es total y que está dispuesto a cambiar su historia.