SELECCIÓN ARGENTINA
Messi fue el faro en la oscuridad de la Selección
En el regreso del Diez luego de 266 días, fue con sus destellos y arranques la única salida futbolistica en una pobre noche de la Selección en Madrid.
Creció la expectativa luego de una larga ausencia de la Selección, volvía el 10 de Barcelona, volvía el mejor jugador del mundo a la Selección, que tanto lo castigó durante su carrera, pero pareciera que tomó las cosas donde las dejó en Kazán luego del 3-4 ante Francia.
El primer tiempo fue de combinaciones, la mayoría con Gonzalo 'Pity' Martínez, con quién se contactó varias veces, pero la mayoría terminaban en centros muy pasados o con pérdidas del ex-River, quien no entró en sintonía nunca.
La mejor de Leo en la etapa inicial fue a los 30', que tomó la pelota cerca del círculo central, evadió a 2 y asistió a Lautaro Martínez para una gran atajada de Fariñez.
En el segundo tiempo, Lionel fue aun más activo, buscándola muchas veces por detrás del círculo central, ante la ausencia de mediocampo, claramente no estaba siendo abastecido ni por Paredes ni por Lo Celso quienes tuvieron una actuación pálida.
Tras la salida de Pity Martínez en el entretiempo, entró Matías Suárez, con quién se combinó mejor, hubo mejores decisiones por parte del jugador de River: hubo más peso arriba y más peligro.
El 10, luego de un mal despeje venezolano, arrancó la contra para el descuento de Lautaro Martínez, tirándola como siempre hacia la derecha, para un Matías Suárez que en ese momento hizo de Jordi Alba para el centro al jugador del Inter y ponía el descuento. Un oasis en medio del desierto futbolístico que fue la selección en la noche del Wanda Metropolitano.
Ni las entradas de Benedetto ni de Roberto Pereyra pudieron engranar con el 10 y enderezar el camino que ya estuvo torcido. El 3-1 fue inobjetable y disparó las alarmas de cara a lo que se viene, que es la Copa América ante un posible rival en Brasil.
En medio de otra noche negra en Madrid, parecida a aquel 1-6 ante España que lo tuvo al 10 en el palco, desde adentro vivió la pesadilla de lo que es hoy la Selección Argentina. Si en algún momento la Selección es más, será gracias a él, pero también porque sus compañeros lo acompañen de una vez, porque lo que se vio, es que al mejor del mundo, no lo ayudan.