River y la definición, un problema para resolver a corto plazo
El Millonario fue claramente superior a San Martín de Tucumán, pero los errores en la puntada final casi le cuestan dos puntos sobre el final del partido.
Hace 10 días, River empató 1-1 en el Gigante de Arroyito frente a Rosario Central y Marcelo Gallardo se fue conforme. El entrenador reconoció aquella noche el buen juego de su equipo y, aunque le quedó el mal sabor de boca por haber merecido los tres puntos y haberse llevado sólo uno, sacó conclusiones positivas.
Esa impericia en los metros finales que le había costado al campeón de América el fin de la racha de tres triunfos seguidos se repitió este domingo en el Monumental contra San Martín de Tucumán, con el agravante de que el rival no generó tanto como el Canalla. Aun así pudo haber logrado el empate sobre el final si Germán Delfino hubiera sancionado el penal por la mano de Robert Rojas.
Está claro que dentro de la preocupación que puede causar el hecho de fallar en la definición, la buena noticia es que al equipo del Muñeco no le está costando crear juego en el mediocampo, llegar al fondo por ambas bandas y abastecer a los atacantes para que tengan ocasiones de gol.
Sin embargo, el lugar común del fútbol que explica que “jugando así, seguramente va a ganar más partidos que los que va a empatar o perder” no aplica cuando lo que hay en el horizonte es un mini torneo de cinco fechas en el que el único objetivo es escalar al menos una posición. River hoy no necesita construir una base sólida para ganar más partidos en un futuro mediato: necesita sacar la mayor cantidad de puntos posibles en lo poco que queda de la Superliga para clasificarse a la Copa Libertadores 2020.
En ese sentido, cada traspié, cada error, puede significar una debacle. No hay margen de error. Los rivales son Boca y Atlético Tucumán, pero atrás también esperan agazapados Vélez, Huracán, Unión e Independiente. El premio será sólo para dos y el resto tendrá que buscar el acceso al principal certamen continental por otras vías (Copa de la Superliga o Copa Argentina).
Rafael Borré y Lucas Pratto parecen haberse erigido como la delantera titular indiscutible del Millonario. En base a sacrificio, a participación en el circuito futbolístico y a goles importantes, ambos obtuvieron la confianza del entrenador, que los respalda cuando les tocan rachas de sequía.
En el banco esperan Matías Suárez, que estuvo bastante fino con el arco desde su desembarco en el último mercado de pases, y un ya recuperado Ignacio Scocco, cuya capacidad goleadora está más que probada desde que llegó a Núñez en 2017. Cabe preguntarse, entonces, si lo conveniente para el DT es apostar por su fórmula preferida, la que mejores resultados le dio, o arriesgar con algún cambio que pueda aportarle la cuota de gol que hoy le está faltando.
River no tiene dificultades para generar chances, de hecho es hoy en día uno de los equipos que lo hace en mayor cantidad en el torneo, pero la imposibilidad de dejar más puntos en el camino si quiere alcanzar el cuarto puesto pone a Gallardo en una disyuntiva. ¿Meterá mano en el ataque o bancará a los de siempre contra Newell’s?