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River Plate

Seguidilla, enojo y descanso tras el empate con Banfield

Marcelo Gallardo se quejó tras la igualdad en el Florencio Sola por la cantidad de partidos que tuvo que disputar River en el último mes.

Actualizado a
Seguidilla, enojo y descanso tras el empate con Banfield
Prensa River Plate

No es la primera vez que Marcelo Gallardo dispara contra la Superliga, la AFA y la organización en general del fútbol argentino. Particularmente molesto tras haber visto cómo su equipo era superado en lo físico en varios sectores de la cancha por un Banfield juvenil pero bien plantado, hizo catarsis ante los micrófonos. "Nos obligaron a jugar mientras otros todavía deben partidos", denunció el entrenador, quizás en referencia a Boca que se pondrá al día el miércoles frente a Atlético Tucumán.

Lo cierto es que la molestia del Muñeco refiere a que el Millonario retomó la actividad oficial antes que la mayoría de sus rivales y, según entiende, el torneo local que le resulta tan esquivo desde 2014 castiga a aquellos equipos que avanzan en otras competiciones.

En esta edición, River tuvo algunos puntos altos de rendimiento, aunque hubo dos cuestiones que lo marginaron de manera definitiva de la pelea: que en un tramo del campeonato debió poner suplentes porque estaba jugando instancias decisivias de la Copa Libertadores y la Copa Argentina; y que cuando volvió al ruedo el plantel, según entienden en Núñez, no había tenido tiempo suficiente para realizar una pretemporada acorde.

Al principio del semestre, el factor mental -la resaca de Madrid- incidió en las tres derrotas al hilo en el Monumental, pero este domingo, en el cierre de la seguidilla de ocho partidos en un mes, se vio con claridad a un campeón de América que se quedó sin nafta, expuesto además por un rival fresco y enérgico que lo asfixió por momentos.

La reacción de Gallardo es la de quien ya pasó en más de una oportunidad por esta situación. La de quien debió elegir el plano internacional y relegar el certamen doméstico, la de quien tuvo que sobreponerse a lesiones de sus futbolistas por lo apretado y exigente del calendario.

El director técnico de River cree que la forma en que su equipo se puso al día en la Superliga fue al menos desprolija y que si bien no quedó lejos del nuevo objetivo (acceder a la Libertadores 2020), podría haber tenido una mejor producción si el cronograma hubiera sido más ameno para sus dirigidos.

Lamentablemente para él, este año tampoco será fácil: en el horizonte aparecen la Copa Argentina, la Recopa Sudamericana y otra vez la Copa Libertadores, donde la participación del defensor del título arrancará el 6 de marzo.

Para colmo, las lesiones de Exequiel Palacios, Enzo Pérez y ahora Gonzalo Montiel (esguince de rodilla) acotan las opciones de recambio y obligan a la sobreexigencia de los jugadores que quedan en pie. Como primera medida, el entrenador los licenció a todos hasta el miércoles para darles, a su modo, el descanso que a nadie más le preocupó que tuvieran.