Alfaro se despide de Huracán con una carta

Si algo faltaba para terminar de allanar el camino de Gustavo Alfaro a Boca Juniors, era la aparición de un indicio concreto sobre la salida del entrenador de Huracán, club en el que trabajaba desde julio de 2017.

Y esa pista apareció, aunque más que una pista fue una confirmación por parte del propio técnico rafaelino, quien se despidió del club de Parque Patricios a través de una carta abierta.

“Deseo expresar a través de este comunicado en mi nombre y el de mi CT, la finalización de mi vínculo contractual con el Club Atlético Huracán. Decisión muy compleja para mi, desde lo emocional y desde lo deportivo. Viví 18 meses maravillosos e inolvidables en el club”, confirmó quien, de no mediar imprevistos, se convertirá más temprano que tarde en el reemplazante de Guillermo Barros Schelotto.

Era este, quizás, el único punto que restaba resolver para que Nicolás Burdisso, flamante manager de Boca, decida acelerar a fondo para concretar el arribo de Alfaro.

“Las razones o las causas (de su salida) son difíciles de explicar, o tal vez de aceptar. (…) ya en esta etapa de cierre de mi carrera, soy convocado a un proyecto deportivo por el cual desaría atravesar”, manifestó el entrenador rafaelino, quien se encuentra de vacaciones en Norteamérica y quien llegará en los próximos días a Argentina para sellar el acuerdo que negocia su representante.

Además, Alfaro les habló directamente a los hinchas de Huracán: “Sé que esto no es fácil de entender o de aceptar cuando se analiza desde la pasión y no desde la razón. Sé que quedará gente dolida, defraudada o tal vez decepcionada, y sé que en esta profesión los entrenadores no estamos ajenos al escarnio público, del cual muchas veces nos separa una línea muy delgada”.

“A la gente le pido perdón, no les pido que me entiendan. Solo les agradezco cada voz de aliento”, añadió Alfaro, quien elogió también al presidente del “Globo”, Alejandro Nadur, a quien puso “a la misma altura” que al ex presidente de AFA Julio Grondona, y a los jugadores, “gladiadores incansables, emblemas de la ilusión, artícifices de realidades”.