RIVER PLATE
Gallardo, el hombre Libertadores de River Plate
Tres de las cuatro Copa Libertadores de River tienen su firma, es el primer entrenador que ha logrado dos, ha igualado a Ramón Díaz como el más laureado de la historia...
Marcelo Gallardo ha escrito su nombre con letras doradas en la historia de River. El técnico no sólo ha ganado la Copa Libertadores de mayor importancia para el club, sino que ha participado en tres de las cuatro que el equipo tiene en su haber. Es el entrenador que más trofeos ha ganado en el cuadro millonario, igualado con Ramón Díaz, y su idea ha calado entre los aficionados. Sus declaraciones y su forma de actuar durante estos últimos momentos de la competición le han dado una condición especial frente un hincha que siempre lo respetó, pero que ahora lo adora y lo coloca entre los más grandes de toda la historia de River Plate.
En la Copa Libertadores de 1996, la segunda en la historia de River Plate, Marcelo Gallardo participó como suplente en los dos compromisos frente América de Cali. Fue en aquella ocasión, cuando una generación formada por magníficos jóvenes (Burgos, Sorín, Crespo, Almeyda, Solari, Gallardo…), acompañada por un veterano pero espectacular Enzo Francescoli y dirigida desde el banquillo por Ramón Díaz.
Como entrenador ha conquistado dos Copa Libertadores en tres años. Ganó la Copa Sudamericana en 2014 y en 2015 se hizo con su primer trofeo de la máxima competición de clubes de Sudamérica. Quedará para el recuerdo cómo fue capaz River de darle la vuelta a una complicada eliminatoria ante Cruzeiro. Ante Tigres, en la final, ya se convirtió en ídolo porque, 19 años, una temporada en la B y un ascenso después, devolvía a River Plate a dónde corresponde: la cima del continente.
En esta edición demostró estar hecho de otra pasta. Primero en las semifinales. En un momento crítico para su equipo, como era el descanso de la vuelta de semifinales frente a Gremio en Porto Alegre, decidió bajar al vestuario pese a estar sancionado y darle un último aliento a su equipo, unas palabras que sirvieran para motivar al grupo. Ese polémico gesto, elevó el ánimo de sus jugadores, que le dieron la vuelta al partido en los minutos finales. Y la final la ganó con sus cambios. Fue valiente y dejó a Ponzio, su pilar, su faro, en el banquillo en el segundo tiempo y apostó por Quintero para darle mayor velocidad a la circulación del balón. Le salió a pedir de boca esa apuesta. El colombiano revolucionó un el encuentro con su entrada al terreno de juego y con el golazo que se recordará para siempre como el gol del torneo.
Tres de las cuatro Copa Libertadores de River tienen su firma, es el primer entrenador que ha logrado, ha igualado a Ramón Díaz como el más laureado de la historia del club, su apuesta por los jóvenes y su cercanía con la afición le han dado un aura especial… Se podría decir que ha nacido el 'Gallardismo'.