BOCA JUNIORS
La locura por Boca es Mundial
Muchos hinchas, todo por el amor a unos colores, a un club, a una historia y a una identificación. No solo son "22 tipos pateando una pelota", es más que eso.
Desde el otro extremo del mundo, más concretamente desde Sidney, Joaquín nos cuenta su situación. "Hace dos meses llegamos a Sidney, creamos la filial ahí porque no había, juntamos bastante gente, nos juntamos a comer, a ver los partidos. Saqué pasaje desde Australia a Corea, 18 horas de escala y después a Madrid".
Algunos se toman al pie de la letra de la hinchada que dice: "Yo te sigo a todas partes a donde vas…". Ese es el caso de Lucho, de Buenos Aires, que se propuso ir a todos los partidos de Copa Libertadores, tanto de local como de visitante. "Estamos necesitando más la séptima (Copa Libertadores)… que otra cosa. Hablé con la familia, le dije que iba a hacer la copa de punta a punta, pero al primer partido en Perú no pude ir porque estaba de vacaciones con la familia, pero después arranqué. Fuimos a Brasil para jugar con Palmeiras y después, a Colombia, pensando que estábamos afuera, pero pasamos. De ser un desastre y no clasificar, pasamos a liquidar a todos en la cancha de Boca. A los paraguayos, a Cruzeiro, a Palmeiras… y ahora nos queda la final. La llevaron allá y vamos a estar donde la tengan que jugar. Salgo el miércoles para Barcelona y después me voy a Madrid. Tengo pasaje de vuelta para el 14... todo si Boca no gana… pero si Boca gana, cambio el pasaje y me voy para Abu Dhabi a ver a Boca".
Algunos vienen para ver la final y se van, como por ejemplo Andrés Bachor, que vive en Estados Unidos, en Nueva York, y no se pierde un partido de Boca en la peña de Queens. No pudo ir a La Bombonera en el de ida, pero este no se lo pierde. Ya tiene entradas y pasaje, viene solo por tres días para ver a Boca.
Pero no solo argentinos son los hinchas de Boca. Lionel Chagnaud es francés y vive en Marsella, se hizo hincha de Boca en el primer viaje a la Argentina con su mujer. A él le impresionó la entrada de la 12: "Era una fiesta, un carnaval, todos cantaban, no había visto eso en Europa nunca y desde entonces me enamoré de Boca y lo sigo siempre que puedo. Cada vez que puedo, voy a Buenos Aires a ver a Boca y la final en La Bombonera no fue la excepción, gasté un sueldo en solo tres días y me fui para allá. La vuelta la tenía el domingo y tuve que cambiar el vuelo para ver el partido". Después de sufrir y disfrutar en La Boca, Lionel estará presente en Madrid para vivir la final.
Muchos hinchas, muchas historias, todo por el amor a unos colores, a un club de fútbol, a una historia y a una identificación. No solo son "22 tipos pateando una pelota", es más que eso.