Diez días después de los episodios que derivaron en la suspensión de la revancha por la final de la Copa Libertadores en el Monumental, y con la atención cada vez más desviada hacia lo que pueda ocurrir el domingo próximo en Madrid, los autores de la agresión al micro que trasladaba al plantel de Boca siguen en el anonimato. Desde ya, de quienes lanzaron piedras y objetos contra la ambulancia que llevaba a Pablo Pérez al Sanatorio Otamendi ni siquiera se habla.
Fuentes cercanas a la fiscal Adriana Bellavigna, encargada de la investigaci ón, afirman que el visionado de las c ámaras de seguridad instaladas en la zona de Avenida del Libertador y Lidoro Quinteros, donde se produjo el ataque al vehículo boquense, permitieron identificar al menos a dos de los agresores.
El s iguiente paso, quiz ás e n las pr óximas horas , ser ía dictar órdenes de allanamiento de los domicilios de estas personas. Como evidentemente en ninguno de ellos habrá un almacén de piedras, la idea sería buscar pruebas que sostengan la teoría lanzada desde el primer momento por las autoridades de que el ataque fue obra de Los Borrachos del Tabl ón, la barra brava de Rive r, co mo re pre salia a la in cauta ci ón de entradas y dinero en efectivo de la casa de su l íder H éctor "Caverna" Godoy.
E l Gob ierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires, con el pr es idente Mauricio Macri y e l Jefe de Gobierno municipal, Horacio Rodr íguez Larreta , a la cabeza se apresuraron a señalar a la barra "oficial" de River como culpable. Pero hasta el momento, la única detenci ón que se produjo fue la de la mujer que quiso ingresar bengalas al estadio escondidas en el cuerpo de su pequeño hijo . Un juicio abreviado sentenci ó el caso apenas 72 horas despu és de producido.
La diferencia de eficiencia para resolver uno y otro caso, ambos conducidos por la misma fiscal, resulta evidente. M ás a ún si se tiene en cuenta que en el caso de la mujer , el Cuerpo de Investigacion es Judiciales tuv o que guiarse con una única grabaci ón casera, ya que no hubo c ámaras de seguridad que captaran el hecho.
Sobre e l caso princip al, e se que recorri ó el mun do, motiv ó la cancelaci ón del partido primero el s ábado y luego al d ía siguiente para acabar motivando su traslado de estadio, ciudad y continente, apenas si se sabe algo. Peor todav ía, cuando se esperaba que tras la reunión del G20 que paralizó la ciudad durante el último fin de semana se dieran algunas precisiones, el presidente Macri minimizó el hecho con una frase sorprendente: "Me parece mucho peor que escupan a una persona que tiene n al lado a que le tiren piedras a un colectivo" , dijo el jefe del Ejecutivo, refiri éndose a los ataque que recibi ó Gianni Infantino, titular de la FIFA, dentro de las inst alaciones del Monumental . Su sentencia aument ó las suspicacias sobre lo que verdaderamente oc urri ó aquella tarde cuando los jugadores xeneizes se acercaban al estadio.
Otro hecho llamativo fue e l despliegue policial que pudo verse el pasado domingo con oca si ón del partido River-Gimnasia por la Superliga en el mismo punto de conflicto. Curiosamente, para un encuentro sin mayores riesgos, aquel fue mu y superior al d e la tarde de la final de Copa. Los reconocidos fallos en el operativo le costaron el puesto a Martín Ocampo, el ministro de Seguridad de la Ciudad , estrecho colaborador y compadre de Daniel Angelici (el presidente de Boca es padrino de uno de los hijos del ahora ex funcionario).
Las pr óxim as horas pueden traer novedades . Por el momento , y ya mucho m ás cerca en el tiempo la disputa del encuentro en el Santiago Bernab éu que los hechos que empujaron a la Conmebol a tomar una decisi ón tan inesperada como hist órica, la s manos que tiraron las piedras continúan escondidas.