RIVER - BOCA
La semana en la que Argentina perdió la batalla con los barras
Con sólo días de diferencia dos graves incidentes se produjeron afuera de un estadio. Un reflejo de una sociedad que está al borde del colapso.
"No pueden defender a un bus y van a poder defender a Donald Trump". El comentario lanzado por un hincha de River en la platea del Monumental es duro, pero cierto. La seguridad de la ciudad de Buenos Aires quedó duramente cuestionada luego del escándalo que se vivió el sábado, y todo a sólo días de recibir una cumbre aún más importante el G-20.
En Argentina se preparan desde hace un año para la cita donde recibirán a los políticos más importantes del mundo. Planes detallados, diseñados contra ataques terroristas y manifestaciones callejeras eran parte de un proyecto que se iba a poner a prueba este sábado en el Monumental y afinar detalles.
El problema es que la prueba no la pasaron. Peor aún: las imágenes que salieron en televisión alrededor del mundo mostraron un partido controlado por la violencia. El megaevento deportivo reducido a un bus apedreado, caos, descontrol y hasta negligencia policial.
Lo peor para el Gobierno y la policia es que la situación no fue aislada. Sólo tres días antes, y otra vez en las afueras de un estadio, casi un centenar de hinchas de All Boys se trenzó a golpes con la polícia en el barrio de Floresta. La dramática escena dejó cerca de 16 oficiales lesionados, y sólo tres detenidos. Ayer en Nuñez se habla de diez en prisión preventiva.
En ese escenario, y con el G-20 a la vuelta de la esquina, el panorama complica a Buenos Aires. En sólo unos días la imagen de un país que estaba preparado para dos grandes citas, ahora sólo parece preparado para que otro escándalo ocurra en cualquier momento. Sólo falta saber cuándo.
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