RIVER - BOCA
La presión de la Conmebol para que el partido se juegue sí o sí
El organismo intentó por todos los medios que el duelo se disputara el sábado. “Que le den la Copa a River, que tiene tanto peso”, lanzaron en Boca.
Mientras en el Monumental se peleaban todos, en una oficina de los palcos estaban reunidos el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, junto a los presidentes de ambos equipos Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio.
El objetivo era conocer al detalle cómo se había producido el ataque al bus de Boca y los pasos a seguir, pero principalmente intentar que el partido no se suspendiera. Con los ojos de todo el mundo puestos en River, en la Conmebol intentaba salvar la situación como fuese.
Al comienzo el organismo sudamericano incluso intentó por todos los medios que el duelo se jugase el sábado, sin embargo, desde Boca la negativa fue rotunda. River se cuadró con su rival, y luego de agotar todas las instancias el partido tuvo que ser postergado.
Antes eso sí Domínguez se jugó eso sí una ficha para asegurar el espectáculo, y evitar cualquier cambio de planes. Un acuerdo firmado por los presidentes de River-Boca de que el partido se iba a jugar, y así evitar el bochorno que sería que la vuelta tuviese que ser otra vez reprogramada.
Con esa carta el mandamás también quería evitar otro escenario: la opción de que Boca se niegue a jugar y pida los puntos en los escritorios. “Que le den la Copa a River que tiene tanto peso en la Conmebol”, criticaron Carlos Tevez y Darío Benedetto, acusando las presiones que hubo para que el encuentro se juegue sí o sí.
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