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RIVER-BOCA

Fiesta, récord y castigo: el día que Boca llenó la Bombonera sin jugar

Cerca de 50 mil personas llegaron a la práctica. Decenas acamparon la noche anterior, miles se quedaron afuera, y por momentos se vivió un verdadero descontrol.

Buenos AiresActualizado a
Thousands of Argentina's Boca Juniors fans watch a training session of their team, from the stands of the Bombonera stadium, in Buenos Aires, Argentina Thursday, Nov. 22, 2018. Boca Juniors faces River Plate for the Copa Libertadores soccer final game on Saturday. (AP Photo/Natacha Pisarenko)
Natacha PisarenkoAP

Cuando el reloj marcaba las seis de la mañana del jueves la imagen en el barrio de la Boca era así: decenas de hinchas del cuadro xeneize esperando para entrar a la Bombonera. Varios decidieron hacer la vigilia en el estadio para presenciar el único entrenamiento abierto del equipo previo a la final frente a River Plate.

La emoción y la locura fue creciendo a medida que pasaron las horas. Al mediodía eran miles los que estaban esperando para entrar al estadio. A las 15:00 el club decidió abrir las puertas, una hora antes de lo previsto. Y a las 17:00 horas los accesos estaban colapsados.

Mientras el cielo de Buenos Aires amenazaba con la lluvia, la euforia se apoderó de cerca de 50 mil personas que ya estaban instalados esperando al equipo. Afuera otros miles intentaban ingresar por la fuerza, provocando la acción de la policía. Ninguno sabía que eran parte de un récord mundial: nunca antes un equipo había congregado tal cantidad de gente en una práctica.

Cuando el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto saltó a la cancha fueron recibidos como si se tratara de un partido oficial. Y casi lo era. Sin posibilidad de ingresar el sábado al Monumental, para la mayoría era la última oportunidad de dar el último aliento, y repetir el mensaje de las últimas dos semanas: ganar la Copa.

En la práctica el entrenador optó por lo previsible: no mostrar nada. Juegos de balón, trabajo físico y un pequeño partido adornaron el espectáculo, donde lo más inesperado ocurrió cuando Carlos Tevez ayudó a un hincha que superó los controles de seguridad e ingresó a la cancha.

Para el final quedó la mala noticia de la jornada. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires castigó a Boca Juniors por exceder el aforo permitido. Una sanción que podría dejar al club sin poder celebrar en su cancha si es que logra derrotar a River Plate el sábado en la gran final.