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FINAL LIBERTADORES | BOCA - RIVER

Revolución en Buenos Aires con la gran final soñada por todos

La gran preocupación es evitar la violencia tras el partido. “No es más que un partido de fútbol, donde hay que transmitir buenos valores”.

Los 15 millones de habitantes de Buenos Aires viven conectados al evento del año para la ciudad.
Mario Brisso
Nació en Punta Arenas en 1981. Licenciado en Comunicación Social de la Universidad de la Frontera, en Temuco, Chile. En 2014 comenzó su carrera en el Diario AS, donde hoy en día es Director de la edición chilena. Presencia en eventos masivos, como Juegos Olímpicos de Río 2016, Panamericanos 2011, Copa América y torneos de tenis y Copa Davis.
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Sigue el Boca - River en vivo y en directo, partido de ida de la final de la Copa Libertadores 2018, aplazado de ayer sábado por las lluvias caídas en Buenos Aires.

Los aplausos brotan de manera espontánea al escuchar una de las frases que difícilmente se puede olvidar. “La Bombonera no tiembla, la Bombonera late”, fue el cierre del discurso de un guía de turismo que, sin quererlo, emocionó a ese puñado de fanáticos que luego se perdieron entremedio del peregrinaje de cientos de hinchas que desde ayer comenzaron a invadir el barrio de La Boca para disfrutar del “partido del siglo”.

El ambiente no admite dudas. La fiesta será total. El azul y amarillo invaden completamente las calles, que, de cuando en cuando, despiertan con múltiples cánticos de fanáticos xeneizes que comienzan a calentar el duelo ante River Plate. Porque la expectación crece a medida que pasan las horas. Nada importa a esta altura. Ni los 35 grados de calor, ni la exagerada reventa, ni la huelga aeroportuaria que recibió a cientos de hinchas en Ezeiza y que los tuvo más de tres horas tratando de ingresar a la ciudad. Todo gira en torno al fútbol. Y nadie se quiere perder la fiesta.

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Las expectativas son inmensas. Acorde a un espectáculo de nivel mundial. Por eso, las autoridades deportivas fueron las encargadas de apaciguar las pasiones y evitar lo que muchos temen: un revanchismo inusitado acorde a la rivalidad histórica entre ambos clubes. “No es más que un partido de fútbol, donde hay que transmitir buenos valores. Siempre habrá un ganador. Lo importante es saber que el fútbol siempre da revanchas”, advirtió el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, en una rueda de prensa previa que compartió con los dos presidentes de los clubes.

En total serán 191 medios de todo el mundo los que estarán en el evento (de más de 2.000 peticiones), que, además concita el especial interés de la autoridad gubernamental, que dispuso un amplio contingente policial en todo el perímetro de La Bombonera para evitar desmanes tras la “final soñada”, que, sin duda, paralizará a gran parte de los fanáticos del balompié mundial.