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COPA LIBERTADORES | BOCA-RIVER

Beto Alonso: “Celebrar un gol en La Bombonera es lo máximo”

Uno de los momentos más recordados de los Superclásicos entre Boca y River es el partido de la pelota naranja. A sus 65 años dice querer vivir el partido de forma tranquila.

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Beto Alonso: “Celebrar un gol en La Bombonera es lo máximo”

Uno de los momentos más recordados de los Superclásicos entre Boca y River es el partido de la pelota naranja. El ‘Beto’ Alonso (1953, Argentina), icono del fútbol argentino y de River Plate en las décadas de los 70 y 80, lideró la vuelta olímpica de su equipo, convirtió dos goles al ‘Loco’ Gatti, uno de ellos con una pelota naranja, y enloqueció besándose la camiseta delante de todos los hinchas del equipo rival. A sus 65 años dice querer vivir el partido de forma tranquila, reposada, aunque reconoce que será complicado.


Le llamaban el Pelé blanco.

Lo puso el maestro Didí, el famoso jugador del año 58, que fue técnico nuestro en los 70. Me vio jugar en la Sexta División y me subió a la Primera. Él veía todas las categorías inferiores. Entonces, un día que me fue a ver, acompañado por el ‘Beto’ González, le dijo “vení, que vamos a ver al Pelé blanco”. Yo soy yo, Pelé es Pelé, Maradona es Maradona… Tengo mi forma de jugar, mi carácter en la cancha…

Uno de los Superclásicos más recordados fue el de la pelota naranja, en el que usted le marcó un gol al ‘Loco’ Gatti de cabeza…

Fue especial. Habíamos salido campeones y dimos la vuelta olímpica antes del inicio del partido. El ‘Loco’ fue a firmar un día antes y había pedido, como había jugado en Rusia con la selección, que se jugase con una pelota de color naranja para que no le molestasen los papelitos. Entonces, cuando fui yo, me dijeron que Gatti había pedido que se jugase con una pelota de colores y yo le dije ‘Me da igual el color, de todas formas la va a ir a buscar adentro’. Y así fue. En una falta, me desmarqué en el segundo palo y rematé sin opciones para él.

Su celebración es muy icónica, besándose la camiseta ante la afición de Boca.

Las celebraciones siempre van de acuerdo al valor que tiene el gol. No quería que ningún compañero me frenase en aquel partido porque me quería descargar. Me fui besando la camiseta porque así lo sentía, mirando a los hinchas de Boca y también a los 3000 hinchas de River.

¿Cómo se vive celebrar un gol en La Bombonera siendo de River?

Es lo máximo, es lo máximo. En la cancha de Boca, lo más lindo es ganarles. Los liquidás. Si ganas, en dos semanas o un mes no pueden ni hablar.

En su época los Superclásicos debían ser diferentes a los de ahora.

Se pegaba una barbaridad…

¿Cómo ve esta final entre Boca y River?

Muy apasionante. Solamente hablo con periodistas extranjeros, no doy notas a periodistas argentinos porque lo quiero disfrutar de otra manera. Va a ser un partido igualado, son los dos mejores equipos de Sudamérica. Hace unos días declare que sería linda porque la pasión con la que ambas hinchadas son muy pasionales. Cuando naces en uno de los dos clubes siempre miras el fixture para saber cuándo te enfrentas contra ellos.

¿Le gustaría estar el sábado en el césped?

¡Por supuesto! Si no hubiese ganado la Copa Libertadores en su momento capaz me vestía de corto el sábado…

Usted ya ganó una Copa Libertadores en 1986. ¿Cómo fue aquella final frente a América de Cali?

Era el partido esperado porque no se nos daba. Jugamos contra un rival durísimo como era América de Cali en los 80. Le ganamos en los dos frentes, en la ida y en la vuelta. Fueron mis últimos partidos en el club, yo quería retirarme habiendo ganado todo. Ganamos, meses después, la Copa Intercontinental sino seguiría jugando…

La Intercontinental, la única del club, la ganan frente al Steaua de Bucarest.

Un partido durísimo, muy duro. Los rumanos habían ganado al Barcelona… Pero para ganarnos a nosotros, a aquel equipo, había que trabajar mucho, no era fácil que nos superaran. Me acuerdo que hubo una falta en la mitad de la cancha de Bumbescu a Funes y, mientras ellos discutían, yo le pedí la pelota rápido a Gordillo, puse la pelota a Alzamendi que picaba y metí un pase de 35 metros con mucho efecto. Entonces, la defensa se durmió, y chao. Mis compañeros sabían que tenían que estar atentos porque se la podía dar a cualquiera: a Funes, a Alzamendi, a Alfaro… Podía ser para cualquiera. Por eso tenían que estar atentos.

¿Podrían River Plate o Boca Juniors ganar al Real Madrid en una hipotética final del Mundial de Clubes?

Es el momento de ganarle al Real Madrid… (risas). Hay momentos en el que los equipos están bajos y se tienen que aprovechar… River no jugó bien contra el Barcelona en Japón en 2015, desde mi punto de vista. Tendría que haber marcado más a Iniesta y a Busquets, que era por donde pasaba el juego, en lugar de marcar tanto a Messi, Suárez y Neymar.

¿Cómo valora el trabajo de Marcelo Gallardo como técnico de River?

Sorprendido gratamente. Es importante como le llega a los jugadores. Para un jugador, que el entrenador te llegue de la forma de la que llega Gallardo, es increíble. Te hace dejar todo en la cancha durante los 90 minutos.