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SUPERLIGA

Zielinski y su Atlético Tucumán, un inesperado rival de Racing

El excelente triunfo logrado en su estadio José Fierro frente a Independiente (4-2) lo colocó a cuatro unidades de la Academia.

Zielinski y su Atlético Tucumán, un inesperado rival de Racing

Invicto en el campeonato, sin distracciones a corto y largo plazo, ya que no está clasificado para ninguna copa continental en 2019, y con un partido menos jugado, el Atlético Tucumán que dirige Ricardo Zielinski se ha constituido por el momento (y con el permiso de Defensa y Justicia, que debe tres encuentros y habrá que esperar sus resultados) en el principal e inesperado enemigo de Racing en la lucha por la Superliga.

El excelente triunfo logrado ayer en su estadio José Fierro frente a Independiente (4-2) lo colocó a cuatro unidades de la Academia y volvió a girar los focos del protagonismo hacia un equipo que lleva un par de temporadas entreverado entre los grandes y parece tener argumentos como para dar pelea hasta el final.

Sostenido por un arquero experto que vive una segunda juventud, Cristian Lucchetti, y una defensa con jugadores sin mucho relumbrón pero eficaces, el Decano presenta su candidatura basado en un mediocampo versátil, dinámico y con recambio de garantías. El interminable Pichi Mercier oficia de entrenador bis desde adentro de la cancha ordenando el tráfico, mientras que Acosta, Aliendro, Núñez o Barbona ofrecen despliegue, toque y llegada para darle intensidad y gol al equipo. El anhelado retorno de Favio Álvarez luego de sus dos operaciones de hernia le añaden la indispensable cuota de gambeta, enganche, talento y lujo. Arriba, el legendario Pulga Rodríguez se ocupa de seguir alimentando sueños junto al compañero que le pongan al lado.

Atlético ya hizo historia en el último año, alcanzando la final de Copa Argentina, que perdió en un partidazo ante River, y los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde solo dobló la rodilla frente al Gremio, vigente campeón. La sensación es que no se conforma con lo logrado.

Mucho tiene que ver en la progresión el trabajo callado, serio y sereno de Zielinski, un técnico “bicho”, según lo calificó Ariel Holan en la previa al duelo de anoche, que sin duda se siente más cómodo en un rincón apartado del ruido mediático, tal como ya había demostrado en su largo paso por Belgrano de Córdoba.

El Ruso llegó a Tucumán en junio del año pasado para reemplazar a Pablo Lavallén y desde entonces el Decano no para de crecer. Su anterior club había sido precisamente Racing, donde su paso no fue nada placentero, y este es un dato que conviene no olvidar.

Zielinski apenas disputó 14 partidos al frente de la Academia y su recorrido solo se recuerda por lo tormentoso. Ganó 6 de esos encuentros, perdió otros tantos y empató 2 antes de dimitir luego de 3 derrotas consecutivas. La hinchada nunca comulgó con sus métodos y sus sistemas de juego. Tampoco los futbolistas, algunos de los cuales continúan en el actual plantel.

¿Sentirá el técnico del Decano deseos de revancha personal? Dos historias vienen a cuento.

La primera ocurrió hace algunas temporadas, antes de una eliminatoria entre Belgrano e Independiente. Al Ruso, por entonces al frente del Pirata cordobés, le molestaron mucho unas declaraciones de Jorge Almirón, entonces entrenador del Rojo, sobre el interés de Rey de Copas por Rigoni y Zelarayán, jugadores del conjunto de la Docta. La espina, dicen, le había quedado clavada. El destino volvió a enfrentarlos este año, en octavos de final de la Libertadores, uno asentado en Tucumán; el otro, en Nacional de Medellín. El Atlético de acá eliminó al de allá y la venganza quedó consumada.

La segunda es estadística. Desde que debió irse de Racing, Zielinski lo enfrentó dos veces, con una victoria 3-1 y un empate 2-2 sobre la hora tras estar 0-2 abajo. El siguiente round quizás sea con la Superliga en juego. El hierático técnico del Decano empieza a frotarse las manos.