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RACING CLUB

Marcelo Díaz "Los extranjeros tenemos que demostrar más"

El chileno afirmó: “Los extranjeros que estamos acá tenemos que demostrar por qué nos traen. Este es un fútbol que se ve en todo el mundo y que es competitivamente muy bueno".

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Marcelo Díaz "Los extranjeros tenemos que demostrar más"

No siempre las estadísticas acompañan la impresión subjetiva, lo que se percibe cuando se ve un partido de fútbol. Pero en este caso los números coinciden con la opinión general. Marcelo Díaz es, hoy por hoy, el mejor jugador de la Superliga y una de las claves para entender por qué Racing es puntero invicto del torneo.

El futbolista chileno se quedó con el puesto de volante central a partir de su irrupción en el equipo, en el partido ante Patronato por la tercera fecha, y desde entonces no ha parado de cosechar elogios.

“Los extranjeros que estamos acá tenemos que demostrar por qué nos traen. Este es un fútbol que se ve en todo el mundo y que es competitivamente muy bueno, con una intensidad mayor de la que hay en el fútbol mexicano, por ejemplo. Por eso tuve que ponerme rápidamente a la par de mis compañeros. El primer partido que los vi jugar, en la ida de la Libertadores contra River, me pareció que volaban”, dice el hombre que llegó desde los Pumas de la UNAM, surgió de la Universidad de Chile y después pasó por el Basilea, el Hamburgo y el Celta de Vigo.

Los números avalan su trayectoria en la Academia. Según un trabajo de la agencia Opta, en los 560 minutos que lleva disputados ha intentado 430 pases (solo 29 en largo), de los cuales dio bien 396. Es decir, tiene un 92,1% de precisión y encabeza la tabla en ese apartado, superando a Pablo Guiñazú, otro volante central, que tiene 86,1%.

Conseguir ese nivel de efectividad, que por otra parte le brinda al equipo seguridad en la salida de la pelota desde atrás y limpieza en la transición defensa-ataque, no es casual sino el fruto de un trabajo que abarca todo el día. “Vivo el fútbol las 24 horas. Estoy siempre con el televisor prendido para ver lo que pueda o analizando los partidos que he jugado. Soy muy autocrítico, muy pensante, me gusta comprobar los errores cometidos y tratar de darme cuenta cómo puedo pararme mejor en la cancha, o ser más eficaz a la hora de dirigir la pelota a un compañero. Eso me ayuda mucho”, señala el Chelo.

El fútbol argentino “descubrió” a Díaz en 2015, cuando desde la mitad de la cancha se convirtió en el termómetro de la selección chilena que dirigía Jorge Sampaoli y que le ganó por penales la final de la Copa América 2015 al equipo del Tata Martino.

Junto al técnico de Casilda vivió muchos de sus mejores momentos y por eso puede opinar sobre los diferentes rendimientos que Sampaoli logró a ambos lados de la cordillera: “En mi país a él lo favoreció el hecho de que había tenido un largo proceso con Universidad de Chile. A esos jugadores, con quienes ganó casi todo, los llevó a la selección y se les agregaron los que habían estado con Bielsa, que trabajaban de una manera muy parecida. Todos estábamos adaptados al sistema de juego, a la intensidad, a involucrarnos en lo que él pretendía. En Argentina, Sampaoli no tenía esa base y eso perjudicó su trabajo”.

Ausente de su la Roja en las últimas convocatorias de Reinaldo Rueda –“Yo no renuncié ni nada de eso. Estoy disponible, pero no voy a preguntar por qué no me llaman. Si algún día lo hacen iré con todo gusto”, aclara-, Díaz comprende las críticas que reciben los futbolistas históricos de la selección argentina: “Nos critican a nosotros en Chile con todo lo que conseguimos, es lógico que les pase a ellos después de perder tres finales”, dice quien se dio el gusto de levantar las Copas América de 2015 y 2016.

Pero más allá de Chile, su presente es Racing, y ahí tiene puesto todos los focos. “Doy gracias a Dios por haberme permitido llegar a Racing y al fútbol argentino. Esta es una liga exigente y vistosa, con muy buenos planteles. Me favoreció encontrar compañeros con mucha experiencia para integrarme rápido. Y también el estilo de Coudet, porque va siempre al frente, tiene las cosas muy claras, y le gusta presionar y tener el balón. Me siento muy cómodo”.

Y por supuesto, le atrae la posibilidad de pelear y ganar un título con la Academia: “Fue una pena que se nos escapara el triunfo contra Boca. Tenemos que aprender a manejar esas situaciones en los minutos finales o cuando te hacen un gol de la nada. Ahora nos queda seguir entrenando y jugando de la misma forma y no hay mejor situación para agregarle cosas a nuestro juego grupal que trabajar siendo punteros”.