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SUPERLIGA

¿Puede Racing ser campeón en el mes de diciembre?

Puntero, invicto, seis victorias al hilo sin recibir goles, el equipo más contundente de la Superliga y el que menos veces fue a buscar la pelota al fondo de la red.

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¿Puede Racing ser campeón en el mes de diciembre?
GUSTAVO ORTIZDIARIO AS

Puntero, invicto, seis victorias al hilo sin recibir goles, el equipo más contundente de la Superliga (junto a Atlético Tucumán) y el que menos veces fue a buscar la pelota al fondo de la red. Eliminado de manera contundente y prematura por River en Copa Libertadores, a Racing la vida le sonríe en la Superliga. Desde los números y desde el juego. ¿También desde el calendario?

Al torneo argentino le quedan 19 jornadas por delante, algo así como un Apertura o un Clausura completos, de las cuales 8 se disputarán antes del receso veraniego. Y con el fixture en la mano cabría preguntarse si la Academia no podría irse de vacaciones con el título prácticamente asegurado. Por supuesto que será imposible lograrlo matemáticamente hablando, pero tal como sucedió con Boca la temporada pasada, sí puede marcharse a tomar sol a la playa con la sensación de asunto sentenciado.

El equipo del Chacho Coudet jugará 5 de esos encuentros en el Cilindro. El primero de ellos se antoja como el más dificultoso: recibe a Boca el domingo a las 20 horas. En principio suena a partido-bisagra, pero tiene un matiz importante: apenas 72 horas antes los xeneizes se habrán jugado su continuidad en la Copa Libertadores en un duelo que promete lucha ante Cruzeiro, en el Mineirao de Belo Horizonte. Es decir, que salga como salga de ese choque, Boca llegará tocado a Avellaneda, ya sea en lo físico o en lo anímico (o en ambos ítems).

Si Racing es capaz de aprovechar la ventaja clave que significa dedicarse solo al torneo local (cabe recordar que Sarmiento de Resistencia lo eliminó de la Copa Argentina) y toma distancia respecto al equipo de los Barros Schelotto, que actualmente está a 6 puntos, se le abriría un horizonte muy despejado hasta diciembre.

Es cierto que en el fútbol argentino nadie puede cantar victoria por anticipado, pero el actual rendimiento de la Academia le permite hacer números con ciertas garantías de acierto.