Triunfazo con polémica

Boca Juniors consiguió el triunfo contra Cruzeiro (1-0) en una Bombonera que alentó durante los 90 minutos de juego y que no dejó indiferente a nadie. Los goles los convirtieron Mauro Zárate y Pablo Pérez. Además, el colegiado paraguayo Éber Aquino protagonizó la nota negativa del partido al interpretar de forma errónea un golpe entre Dedé y Esteban Andrada que terminó con el brasileño expulsado.

El equipo xeneize no empezó bien el partido. De hecho, Thiago Neves pudo marcar en los instantes iniciales pero la pelota se marchó fuera por muy poco. A partir de ahí, y en un increíble marco con La Bombonera alentando en cada instante, Boca buscó tener más el balón. Lo consiguió, pero los envíos de sus futbolistas no terminaban de ser precisos. Pablo Pérez, Nández, Zárate... ninguno de ellos arrancó el duelo acertado. Sí que lo hizo Wilmar Barrios que, como de costumbre, recuperó muchos balones, estuvo en todos lados y evitó cualquier avance de Cruzeiro.

El gol con el que Boca se adelantaba en el marcador llegó en un momento en el que el conjunto azul y oro no terminaba de encontrarse cómodo. Mauro Zárate tiró una pared con Pablo Pérez, el '8' le buscó en profundidad y con una definición quirúrjica, el '19' convirtió el primer tanto del partido. Un toque majestuoso para superar a Fábio e ir corriendo a celebrar con su nueva hinchada.

Benedetto y Pavón pudieron ampliar la ventaja antes del final del primer tiempo, pero no estuvieron finos a la hora de definir.

El compromiso se reanudó con un Cruzeiro muy revolucionado. Robinho, después de una jugada muy peligrosa por la derecha de los brasileños, picó el balón y superó Andrada, pero ahí estaba Wilmar Barrios para evitar que la pelota pasase la línea. No estaba cómodo en el partido Boca con, de nuevo, muchos fallos a la hora de jugar por abajo.

Zárate se marchó ovacionado de La Bombonera después de mandar un balón al palo desde la frontal. Fue uno de los mejores de Boca en la noche bonaerense. Su reemplazo fue Sebastián Villa. El velocísimo extremo colombiano siempre cumple cuando ingresa al terreno de juego y se nota que no le pesa la camiseta xeneize.

Cruzeiro siguió jugando su partido. Intentó llegar por los costados y apostar por superar a Boca con velocidad. Se notó la ausencia de De Arrascaeta, su futbolista más diferencial, y que, además, pasa por un momento de forma formidable. Pese a la insistencia, el equipo estuvo sin ideas y lo pagó con poca contundencia de cara a portería. Hernán Barcos se peleó con todos, Sóbis lo intentó cuando entró a la cancha, pero sirvió de poco. 

Cuando restaba un cuarto de hora para el final del encuentro, el colegiado paraguayo, Éber Aquino, decidió revisar en el VAR una acción entre Dedé y Esteban Andrada en la que el guardameta de Boca había quedado tendido con sangre en la boca. El defensor brasileño fue a rematar un balón colgado tras un saque de esquina y chocó con el portero argentino, un golpe totalmente fortuito. Aquino decide, después de ver la jugada en diversas ocasiones, expulsar a Dedé con tarjeta roja directa. Un papelón.

La incredulidad de la acción dejó noqueado al equipo de Belo Horizonte. Pablo Pérez con un potente disparo desde la frontal sentenciaría el partido y dejaría la serie de cara para Boca. El capitán, que tiene una relación de amor-odio con la afición, se marchó ovacionado y cediendole la cinta a Carlos Tevez. Una asistencia y un gol para el '8' xeneize en un partido en el que fue de menos a más.

Ambos equipos se volverán a enfrentar en Brasil el día 4 de octubre. Antes, Boca deberá recibir a River Plate en La Bombonera en un partido marcado con rojo en el calendario por todos los aficionados del fútbol argentino.