ARGENTINA 106-84 PUERTO RICO
El Mundial, más cerca
La Selección Argentina de básquet logró en Formosa un triunfo importante en su búsqueda del billete para el Mundial de China 2019. Deck, el mejor, 21 puntos.
El seleccionado argentino de básquetbol derrotó esta noche a Puerto Rico por un contundente 106-84, y de esa manera dio un paso importantísimo en la búsqueda de la clasificación al Mundial de China.
En un equipo que trabajó como tal, también se podrán destacar algunas individualidades, como las de Gabriel Deck (21 puntos y 11 rebotes), Nicolás Laprovittola (21 puntos, 4 rebotes y 5 aistencias), y Luis Scola (20 puntos y 11 rebotes).
Tras esta victoria, la Argentina lleva un registro de 7 victorias y una derrota, y en la siguiente ventana clasificatoria, a jugar jugarse en noviembre y diciembre próximos, recibirá la visita de Estados Unidos y México.
Los diecinueve puntos que la Argentina le sacó a Puerto Rico al término de los primeros veinte minutos de juego resultaban impensados al inicio del juego. Pero todo tiene un por qué.
El primer cuarto del partido resultó bastante vertiginoso porque lo propuso Puerto Rico, pero también porque la Argentina aceptó el desafío y fue. Los boricuas se sustentaron en la velocidad y la efectividad de José Juan Barea, y la presencia de Ricki Sánchez en la pintura; mientras que el equipo se concentró mucho en lo que hicieron sus internos. Gabriel Deck (sumó 8 puntos y 7 rebotes), y Luis Scola (6).
Todo fue tan parejo, que la Argentina ganó esos primeros diez minutos 20-18.
El desarrollo dio un vuelco inesperado en el arranque del segundo cuarto. Y en ello influyeron dos factores: Argentina se hizo más fuerte en defensa y los cambios introducidos por ambos técnicos le dieron más resultados a Sergio Hernández.
Después de 3 minutos, Argentina sacaba una diferencia de 10 puntos (30-20), y no sólo eso, su juego era vistoso y contundente. Era el momento de Marcos Delía (8 puntos) en la pintura, y Nicolás Laprovittola (13 puntos, con 3 de 3 en triples) disparando desde el perímetro.
Eddie Casiano, el técnico portorriqueño, viendo que la noche se le hacía más oscura volvió a mandar a la cancha a Barea y Sánchez, y ellos, más Gilberto Clavell, hicieron que Puerto Rico lograra despertar en ataque.
La Argentina continuó enchufada al regreso del descanso largo, y continuó demoliendo a Puerto Rico. Hizo correr la pelota con velocidad y precisión, impidiendo que Puerto Rico, aún cambiando de sistema defensivo, pudiese neutralizarlo.
Apenas había transcurrido un minuto del cuarto y la Argentina metió un parcial de 8-0. Pero la cosa no paró ahí. Consciente del peligro de darle una segunda chance a Puerto Rico, los dirigidos por Hernández siguieron apretando el acelerador.
Cuando el reloj marcaba 3 minutos 15 del tercer cuarto, la Argentina establecía su máxima ventaja, 30 puntos, al poner el partido 73-43. Lo que sucedió de ahí en adelante estuvo de más, y sólo sirvió para el lucimiento de algunos jugadores argentinos, y para que Puerto Rico maquillara el resultado.