La Selección Argentina ha comenzado su renovación sin Lionel Messi y varios históricos, y con Lionel Scaloni como entrenador interino. No brilló la Albiceleste ante Guatemala (3-0) ni ante Colombia ( 0-0). Tampoco podría pretenderse que con un puñado de entrenamientos en Estados Unidos lo hiciera. Pero en el balance general de la nueva selección, el resultado no fue para un entusiasmo excesivo con la renovación. Estos son algunos de sus puntos fuertes y débiles.
Estilo. El equipo tuvo algunos pasajes de buen fútbol interesantes de la propuesta de Scaloni. Todavía no se vislumbra una identidad consolidada de juego. Pero no se perdió, que hubiera sido en este tramo del proceso de renovación otro sismo para la construcción de la nueva selección. Dos partidos tan tibios son insuficientes para determinar que los convocados se ganaron el puesto como así tampoco puede decirse hoy que los que no están lo perdieron.
Objetivos. Falta tiempo de trabajo para calmar la ansiedad de los argentinos por ver a un equipo que muestre ya, las señas de identidad de una formación, capaz de plantar cara a las potencias y sobre todo ser aspirante al título en la Copa América del año próximo. También un proyecto sustentado en bases más sólidas que los nombres de los ex Pekerman Boys. Pero la impaciencia, fue subsanada con un triunfo y un empate.
Sociedades. La presencia de jugadores jóvenes, nuevos, y algunos que se desempeñan en el medio local como se reclamaba. Y hasta se vio juntos en cancha en la segunda parte del partido con Colombia a Icardi y Dybala, tan requeridos por los hinchas antes del Mundial para ser las opciones a los cuestionados Higuain y Aguero.
Contragolpes. El entrenador mostró sus cartas respecto a lo que piensa que debe ser futbolísticamente la Selección Argentina. En respuesta a un periodista en rueda de prensa dijo: ¨No estoy de acuerdo con que nosotros jugamos de contragolpe. Nosotros jugamos al fútbol. Además, ya no existe más eso de jugar de contra. Es una parte. No existe solo defender o solo atacar. El fútbol es uno solo y es todo continuo. Se defiende y se ataca constantemente”, sentenció. Fue una interesante formulación de principios, que todavía le falta rodaje en el trabajo de campo.
Tiempo. En el fútbol de continuidad que pretende Scaloni, para que sus jugadores resuelvan según las necesidades de los partidos, todavía le falta ensayo. El equipo se movió en bloque, uno de los puntos positivos fue que no perdido el órden. Y trató de reducir espacios con y sin pelota. Pero los dos rivales que enfrentó no exigieron a la Albiceleste como para determinar que hay un equipo consolidado que tiene automatismos aceitados para afrontar los partidos y ganarlos.
Rivales. Guatemala, fue un rival de poco peso que ofreció poca resistencia y que volvía a competir después de dos años de suspensión por corrupción por FIFA . Y Colombia mostró la tibieza de una selección formada por jugadores que en su mayoría están empezando sus temporadas en los grandes equipos, y que se quedó sin José Pekerman; el entrenador que la lideró los últimos ocho años, en la antesala del encuentro. Aún con algunas de sus figuras, no mostró la competitividad que muestra habitualmente cuando juega por los puntos.