TROFEO JOAN GAMPER
La barrabrava en el Camp Nou y los insultos de Angelici
Angelici no puede insultar a los hinchas rivales. Por el cargo que ostenta y su representatividad está obligado a no perder nunca la cordura.
En Argentina se acepta que los Barrabravas son sociedades ilícitas sin control, aún fuera de los estadios de fútbol. Y los dirigentes, para tenerlos contenidos, asumen off the record que los proveen, todavía, con entradas, viajes, dinero y demás privilegios. Algunos se exculpan por estas complicidades argumentando que no hay reglas para controlarlos. Pero las que hay y tampoco se respetan.
Por eso, no es extraño que Rafael Di Zeo, el ultra más poderoso del país, se haya paseado por las calles de Barcelona, por la Rambla y el sofisticado Paseo de Gracia, y haya ingresado al Camp Nou, por la Avinguda Aristides Mallol, como un hincha de Boca más.
El jefe de la barra brava de Boca tiene restringido su ingreso en los estadios de la Argentina, junto a Mauro Martín, ambos lideres de la Doce, quienes es vieron implicados en varios hechos de violencia graves por los cuales fueron juzgados y condenados. En su país se les aplicó el derecho de admisión. Pero ayer pudieron ingresar al Camp Nou, donde se disputó el Trofeo Joan Gamper.
Existe un entramado de complicidades políticas, dirigenciales, policiales que les permiten a los barras bravas tener privilegios como viajar a Barcelona con un equipo y ser los lideres de la tribuna en el estadio del Barça aunque estén impedidos de hacerlo en Argentina.
Lo prueban los videos que circulan en las redes sociales en los que se puede observar cómo Rafael Di Zeo y su grupo, organizan la entrada al estadio de Barcelona. Repudiable.
Angelici y sus exabruptos
En las canchas del fútbol argentino se permite que el hincha escupa al futbolista, al árbitro, al dirigente. También que el dirigente insulte a otro dirigente y al rival. Hasta se lo promueve a veces desde los medios de comunicación. Y por ello nadie recibe una sanción.
Antes del partido, Daniel Angelici, presidente de Boca y vice de la AFA, quedó expuesto por las cámaras mientras cantaba un hit con los hinchas de Boca contra los hinchas de River, en la disco "Up and Down”, en un encuentro de peñas xeneizes. "Yo te quiero Boca Juniors, yo te quiero de verdad, quiero la Libertadores y una gallina matar", cantaban.
En Barcelona, donde se encontraba Angelici con motivo de la participación del club que dirige en el Trofeo Joan Gamper, también con frecuencia existe la violencia verbal de los hinchas en los estadios. Es una preocupación. Y el Comité de Competición sanciona a los aficionados por insultos xenófobos con multas económicas y el impedimento para ingresar a los estadios según la gravedad. También se sanciona a los clubes y a los dirigentes si los promueven.
Esté donde esté, Angelici no puede insultar a los hinchas rivales. Por el cargo que ostenta y su representatividad está obligado a no perder nunca la cordura, además de que con sus insultos viola el artículo 13 del Código de Ética de la AFA:
“Las personas sujetas al presente código deberían ser conscientes de la importancia de su función y de las obligaciones y responsabilidades concomitantes (...) En el ejercicio de sus funciones, las personas sujetas al presente código adoptarán un comportamiento ético. Y actuarán de forma digna, auténtica e íntegra. Observan principios del Código de Conducta”.
Es su deber como el de todos los dirigentes de clubes miembros de AFA, promover la deportividad y erradicar la violencia de los estadios.
El mandatario aún no se exculpó sobre sus exabruptos violentos.Tampoco hubo todavía un llamado de atención ni una sanción por parte de la institución más grande del fútbol argentino, y de la cual es vicepresidente, la AFA. Todavía está tiempo de arrepentirse y pedir disculpas. Aunque debería ser sancionado, ¿pero quien lo haría?