BARCELONA
El socio problemático de Messi
Tras la marcha de Neymar del Barça, el astro argentino se ha quedado sin el socio que ponga la guinda al ataque culé, únicamente secundado por Suárez.
El fichaje de Malcom es el nuevo intento de la directiva culé por restaurar la baja de Neymar en el ataque blaugrana. Messi, junto a Suárez y al crack brasileño, conformaban la tripleta ofensiva más espectacular del mundo. Magia, brillo y goles. Lo que les hizo reinar en España y en el panorama europeo.
Sin embargo, su fuga a los Campos Elíseos dejó al Barça congelado. Desde el momento de su partida, le buscan sustituto, incluso tratan de localizarle un doble. Hasta ahora no han encontrado ninguno, pero han fichado a tres. A Dembelé, Coutinho y Malcom.
En lo poco que han coincidido, Messi y Dembelé no han maridado, por la inadaptación técnica del francés. Además, el de Ousmane es un fichaje que duele, por el dinero que costó, reflejado en su espalda y sus piernas. Su primera temporada, con lesiones y sin apenas goles, no fue la esperada. Y en la segunda no aguardan muchos cambios, pues ya le han traído un sustituto.
El caso de Coutinho es distinto. Un futbolista genial con el que Leo sonríe, pero que también escuece. Porque vino por una cantidad abismal y por hacerlo en invierno, sin poder participar en una Champions que quizás hubiera cambiado con él. Además, Coutinho fue fichado para olvidar a Iniesta con los regates de Neymar.
La incorporación de Malcom también ha venido envuelta en problemas. El futbolista llega tras una campaña de contrastes en Burdeos, un equipo lejanísimo a la vida del Barça. Empezó como un rayo y se terminó apagando, hasta firmar una segunda vuelta invisible en la Ligue 1. Las formas de su fichaje han sido legales pero extrañas, con los aficionados de la Roma esperándole en el aeropuerto. Y los culés, en Barcelona, siguen esperando al socio problemático de Messi, que siempre será Neymar.