NIGERIA-ARGENTINA
Un once de dudas para lograr una certeza: salvar el Mundial
La Selección espera su dramático duelo ante Nigeria con un panorama repleto de incógnitas, que se traduce en el mar de dudas que presenta su once titular.
La concentración de la Albiceleste no cesa en noticias: los rumores de motín contra Sampaoli, el enfrentamiento entre Mascherano y Pavón y el letargo triste de Messi. Argentina solo maneja una evidencia, y es que todo está en duda. Un panorama que se refleja en las incógnitas del once titular que enfrentará a Nigeria.
La primera de ellas está en el sistema: la vuelta al 4-3-3 que empató contra Islandia o la repetición de la defensa de tres con carrileros que perdió ante Croacia. Ambos sistemas ofrecieron debilidad atrás y ninguno convenció, pero Sampaoli tendrá que elegir.
Después aparece el asunto de la portería. Tras el error de Willy Caballero, que supuso el gol castigador de Rebic, las quinielas le sacan del once. Y sitúan ahora a Armani como el arquero con más chances de formar de inicio, en lo que sería su debut en la selección nacional.
La tercera duda llega al centro del campo, la zona capital del fútbol, donde las incógnitas abundan. La libreta del técnico de Casilda enseña el nombre de Enzo Pérez en presunta posición de titular, un futbolista que llegó de rebote a la concentración, por la lesión de Lanzini, y podría repetir de inicio. Aunque también asoma el papel de Banega, como una bocanada de creatividad a un medio sin ideas, en el que Mascherano es fijo y Lo Celso sigue sin opción.
Por último, rescatamos a los hombres de ataque, sin saber quién acompañará a Messi a una vida mejor. Sampaoli duda en su extremo: Pavón, Meza o Di María, quedando este último en el aparente bloque titular de su libreta. Y duda en su delantero: Higuaín o Agüero, en entredicho tras la debacle ante Croacia. En lo que parece firme es en el caso Dybala, solo utilizable para el banquillo y como medida de emergencia.
Así, la Albiceleste transita en un mar de dudas con un timonel desbordado y un capitán avergonzado, que no quiere creerse la realidad. Con el único objetivo de salvar el Mundial.
