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FÚTBOL ARGENTINO

Se cumplen 50 años de la tragedia de la Puerta 12

71 personas y 113 resultaron heridas en un superclásico jugado en el Estadio Monumental, siendo la mayor tragedia de la historia del fútbol argentino.

Se cumplen 50 años de la tragedia de la Puerta 12

Era una tarde noche de invierno y se jugaba el clásico más importante del mundo en la ciudad de Buenos Aires, más concretamente en el Estadio Antonio V. Liberti, conocido como el Monumental. El resultado fue de empate a cero pero eso era lo menos importante. 

En las escaleras de la puerta 12 del estadio (hoy en día es la puerta L) cientos de hinchas de Boca se hacinaban, intentando sobrevivir a una avalancha devastadora. 71 de estos hinchas no lo consiguieron y fallecieron, mientras que 113 resultaron heridas. Hoy en día, 50 años después, no se conoce a ciencia cierta cómo y por qué ocurrió esa catástrofe.

Según las informaciones y peritajes judiciales de la época hubo varias irregularidades. Entre ellas, parece que los empleados del estadio no abrieron la puerta corrediza en su totalidad y los molinetes quedaron puestos durante todo el partido, no se retiraron después de la entrada de la parcialidad visitante. 

Ante esta situación pasó lo inevitable: una avalancha hizo que muchos hinchas cayeran, se golpearan o quedasen sin aire. La imagen, según varios testigos, era trágica y alguno afirma que debido a la aglomeración se elevó medio metro del suelo. 

"De pronto, por la presión humana, se armó un efecto rarísimo y nos empezamos a despegar del piso. Yo estaba casi medio metro flotando, y sin poder moverme. Hasta que en un momento dado esa presión cedió y empezamos a rodar unos sobre otros. Fue entonces cuando mi mejor amigo, Guido Von Bernard, murió por un golpe de su cabeza contra la pared izquierda". Relata uno de los testigos para el diario argentino La Nación.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) resolvió que todo el dinero recaudado en los partidos disputados durante el fin de semana fuesen donados a los familiares de las víctimas, en su mayoría jóvenes y adolescentes. Asimismo, Boca organizó un funeral masivo con una emotiva marcha de antorchas.

Quizá nunca se sepa lo que ocurrió aquella fatídica tarde, pero todos los integrantes del fútbol argentino, desde los dirigentes hasta los hinchas tienen que recordar este momento y evitar que vuelva a ocurrir algo de semejante magnitud. El mensaje es claro: prohibido olvidar.