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SELECCIÓN

Caballero, el que les cebaba mate a las figuras de Boca

El arquero de 37 años apunta a ser titular el sábado en el estreno del Mundial ante Islandia después de su humildes primeros pasos en el fútbol.

El arquero de 37 años apunta a ser titular el sábado en el estreno del Mundial ante Islandia después de su humildes primeros pasos en el fútbol.
JUAN MABROMATAAFP

Agosto de 2002. Boca, dirigido por el Maestro Tabárez, se prepara en Manchester para enfrentar el día siguiente al todopoderoso United de Alex Ferguson, Verón, Beckham, Giggs y compañía. Es un amistoso a beneficio de Unicef y en el hotel de concentración corre el mate. Raúl Cascini cuenta sus experiencias en el Toulouse francés, el Flaco Schiavi aporta sus relatos, el pibe que se ocupa de que el agua de la pava y la yerba estén en su punto justo escucha en silencio, con toda la atención posible. Es el arquero suplente del Pato Abbondanzieri, tiene 20 años y se llama Wilfredo Caballero.

Era imposible por entonces suponer todo lo que iba a suceder en la carrera de este entrerriano de Santa Elena que de manera impensada y con casi 37 años de edad se parará el próximo sábado en el arco de la selección argentina para debutar en un Mundial. Una partida hacia la aventura de la Segunda española en 2004, un regreso apurado para tratar un tumor ocular de su hija mayor en 2006, unos meses en Arsenal de Sarandí, la consolidación en el Elche y la llegada, por fin, a Primera en 2011 completaron la etapa de los obstáculos.

Lo lindo estaba por llegar. De la mano de Manuel Pellegrini,el mismo Málaga que acaba de irse al descenso se trepó a la Champions y alcanzó los cuartos de final en 2013. Willy fue uno de los principales responsables de aquella gesta, y sus atajadas lo llevaron al fútbol inglés, Manchester City como punto de arranque, el Chelsea en la última temporada.

Pero la selección… la selección parecía inalcanzable.

Sin embargo, la fe mueve montañas, y Caballero nunca la perdió. Católico ferviente, hombre tranquilo, “de provincia”, como se define a sí mismo, practicante del yoga para relajarse y mejorar la postura corporal y aprendiz perpetuo que reconoce en Oscar Córdoba a su maestro inicial y a Pep Guardiola como la persona que le enseñó a manejar bien los pies, esa cualidad que Jorge Sampaoli destaca y que junto a una actuación convincente en el amistoso ante Italia en marzo le abrió las puertas de la titularidad.

Es muy curioso lo que ocurre con los arqueros argentinos en Rusia. Ausente Sergio Romero, el que más veces en la historia ocupó el puesto con la albiceleste, entre los tres que habitan la concentración de Bronnitsy no suman ni diez partidos en el equipo (6 Guzmán, 3 Caballero, ninguno Armani). Pero a veces el destino traza caminos insólitos.

Como el de este entrerriano que en 2001, convocado por José Pekerman para jugar en el Juvenil, tomó la costumbre de girar la cabeza y mirar fijo la bandera, ahí donde se encuentre, cuando suena el himno antes de un partido internacional. Así lo enfocarán las cámaras del mundo el sábado en Moscú, cuando muy cerca del retiro esté a punto de cumplir un sueño que ni siquiera se atrevía a soñar la primera vez que pisó Manchester sin jugar ni un minuto. En aquel tiempo en el que su principal misión era cebarles mate a las figuras de Boca.