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SELECCIÓN

Estado físico y ritmo, claves del estreno en el Mundial

Si exceptuamos el amistoso contra Haití, un picadito sin ninguna exigencia futbolística, Messi disputó su último partido realmente competitivo el 9 de mayo.

Bronnitsy, 11 junio 2018, Rusia
 Copa Mundial Rusia 2018
 Entrenamiento de la Seleccion Argentina en Bronnitsy.
 
 Foto Ortiz Gustavo
GUSTAVO ORTIZ

Si exceptuamos el amistoso contra Haití, un picadito sin ninguna exigencia futbolística, Lionel Messi disputó su último partido realmente competitivo el 9 de mayo, día que marcó su enésimo hat-trick ante el Villarreal. Ángel Di María y Giovani Lo Celso, apenas tres días más tarde, el 12, igual que Javier Mascherano. Eduardo Salvio y Marcos Rojo, el 13, y así sucesivamente.

Un repaso por la actividad llevada a cabo por los candidatos a ser titulares en el debut de la selección argentina en el Mundial da resultados semejantes. Sergio Agüero es el caso más extremo, ya que no juega un partido completo desde el 4 de marzo; y en la otra punta está Maxi Meza, que acabó su temporada en Independiente el 24 de mayo. Pero en promedio, los integrantes del plantel albiceleste llegarán al choque del sábado ante Islandia con alrededor de 40 días sin jugar un partido “en serio”. Y esto abre un interrogante más en esa presentación. Además de las cuestiones de funcionamiento de equipo que todos conocemos cabe preguntarse cuál será la respuesta física y el ritmo futbolístico que expondrán los dirigidos por Jorge Sampaoli frente a los duros, entusiastas y aguerridos jugadores nórdicos.

Desde el cuerpo técnico el mensaje es optimista. “Estamos bien”, aseguran, y tanto el preparador físico Jorge Desio como sus colaboradores remarcan la necesidad de recuperación y descanso que la mayoría requería al aterrizar en el predio de Ezeiza. Esa sobrecarga de partidos y entrenamientos durante la temporada motivó que se abandonaran los dobles turnos de trabajo y propició el otorgamiento de días libres “para desenchufar”, tanto en Buenos Aires como en Barcelona. En ese sentido, y de acuerdo a los consejos recibidos por parte de Francisco Seirul.lo, una autoridad mundial en la materia, existe satisfacción por la tarea realizada y el estado general del plantel.

Dos de sus más experimentados y prestigiosos colegas argentinos apoyan esta idea. “Sería partidario que en los años de Mundiales hubiera menos actividad y se pudiera liberar a los jugadores 45 días antes del torneo”, dice Fernando Signorini al respecto. “Las células musculares se regeneran si se les da 15-20 días de cierto descanso”, reafirma Rodolfo Valgoni.

En cambio, la ventaja de no disputar amistosos de cierta envergadura no queda tan clara. La cancelación del encuentro en Israel dejó al cotejo contra la modestísima Haití como única muestra de lo que puede hacer Argentina en Rusia. “Ningún amistoso iguala a un partido oficial”, subraya Valgoni, “el jugador baja un cambio por más difícil que sea el rival, pero entiende que al menos un partido más serio hubiese sido necesario”.

Signorini, por su parte, cree que no hay fórmulas exactas: “Hay ejemplos de equipos que no jugaron contra nadie durante dos meses y les fue muy bien”, apunta, recordando el caso de la selección del 86. “Más que el estado físico, lo importante es correr bien, porque eso provoca menos desgaste”, asegura el ex colaborador de César Luis Menotti y entrenador personal de Diego Maradona, aunque coincide con Valgoni: “Un partido más hubiese servido para probar y afianzar el funcionamiento, que es la mejor manera de administrar el gasto de energía”.

El mes de “descanso activo” de los jugadores argentinos se verá interrumpido de manera brusca el sábado, cuando a la tensión propia del arranque de un Mundial se agregue el fútbol físico que plantea Islandia. Sin embargo, las preocupaciones por posibles lesiones musculares ante el aumento súbito del esfuerzo, no parece preocupar a los especialistas. “La nutrición, los aportes vitamínicos y el tipo de ejercicio diario han logrado disminuir muchísimo la incidencia de desgarros y distensiones”, comenta Valgoni. “Los jugadores están acostumbrados a este tipo de cambios en los niveles de esfuerzo”, resalta Signorini.

El cuerpo técnico argentino respira tranquilidad en este aspecto. Piensan que el equipo llegará bien al sábado y no acusará la falta de ritmo. “Pero además, en este tipo de torneo la forma física se va logrando a medida que pasan los partidos”, resume el Profe Valgoni: “Ningún tenista está al cien por cien en la primera ronda de Roland Garros pero llega diez puntos a la final”.