Los datos científicos que avalan el descanso de Argentina

En 2002 no existían los aparatitos que enganchados a tensores transmiten información permanente de todas las respuestas que brinda el cuerpo de un deportista durante el esfuerzo. De haberlos tenido a mano, seguramente Marcelo Bielsa y Luis Bonini hubieran preparado de un modo muy diferente a la selección que jugó el Mundial de Corea y Japón, y aquel equipo que era candidato al título tal vez no habría llegado con los problemas físicos que de alguna forma determinaron su prematura eliminación.

Los tiempos, por suerte, han cambiado. La tecnología aporta datos objetivos que antes dependían de cuestiones tan abstractas como el buen ojo, la experiencia o el sentido común. Francisco “Paco” Seirul.lo fue uno de los pocos que, en una época sin GPS, se dio cuenta que no se podía exigir a un deportista más allá de sus posibilidades porque había un punto en el que los riesgos de lesión empezaban a superar a los beneficios.

También se dio cuenta de muchas más cosas. Por eso fue el hombre que modificó para siempre la manera de entrenar a un equipo de fútbol y desde el Barcelona le enseñó a varias generaciones cómo se hace para mejorar los resultados integrando la pelota a cada ejercicio y efectuando trabajos específicos para el momento que atraviesa cada jugador.

Seirul.lo es hoy un asesor ad honorem de Jorge Sampaoli, Jorge Desio y todo el cuerpo técnico de la selección argentina. Se comunicaron varias veces a distancia en los últimos meses, el veterano profesor catalán se acercó a ver una de las primeras prácticas del plantel en la Ciudad Deportiva del Barça y volvieron a reunirse el domingo, una vez que los datos habían dado resultados concluyentes: los jugadores están al límite después de una temporada agotadora y sus rendimientos en los últimos entrenamientos fueron más bajos que en los primeros días.

El ex preparador físico de los tiempos de Cruyff y Guardiola recomendó entonces pisar el freno, acabar con el doble turno diario y darles respiro. ”La planificación se basa enmicrociclos, generalmente de una semana. Los hay de distinta carga de esfuerzo: de choque, de ajuste… y también de recuperación. Cada 3 microciclos intensos, de unos 20 días, corresponde hacer uno de recuperación”, explica Seirul.lo.Desio, por supuesto, estuvo de acuerdo. Gracias a sus conocimientos de neurociencia, además, sabe que el cerebro también necesita descanso cada tanto para rendir mejor.

Argentina comenzó su preparación final el 14 de mayo, aunque los jugadores se fueron sumando de manera progresiva. Lleva 21 sesiones de entrenamiento y un encuentro amistoso, con 3 dobles turnos y solo dos días de descanso, luego de un año donde todos promediaron más de 50 partidos. España y Alemania, por poner dos ejemplos, arrancaron el 28, y jugadores claves como Neymar o Neuer acaban de reaparecer.

Todos estos argumentos, científicamente estudiados y avalados por el más notable de los expertos, justificaron con datos el día y medio de aire que Sampaoli y su gente decidió darle a los 23 seleccionados que irán al Mundial. Cualquier otra opinión, para ser válida, debería tener como mínimo las mismas bases en las que sostenerse.

Argentina volverá a entrenarse mañana por la mañana. Se espera que con las piernas y el cerebro de los jugadores en mejores condiciones, con menos riesgos de lesiones musculares (aunque este punto es una moneda que cualquier futbolista tira al aire cada vez que pisa una cancha). Porque si para jugar los 7 partidos que hacen falta para alcanzar la gloria se necesita encontrar un funcionamiento razonable en tiempo récord, mucho más importantes llegar con los 23 sanos y en el mejor estado físico posible.