SELECCIÓN
Messi será titular ante Haiti en la despedida de Argentina
La despedida ante su gente será contra un rival menor, Haití, en la noche de un martes para el que se anuncia lluvia y en un estadio que se prevé prácticamente lleno.
Willy Caballero; Ansaldi, Mercado, Fazio y Tagliafico; Mascherano y Lo Celso; Lanzini, Messi y Di María; Higuaín. Si nada cambia, Jorge Sampaoli dispondrá que estos once jugadores pisen mañana a las 20 el césped de La Bombonera para que la selección argentina cumpla con el ritual de la despedida antes de un Mundial. Será contra un rival menor, Haití, en la noche de un martes para el que se anuncia lluvia y en un estadio que se prevé prácticamente lleno, lo que demuestra las ganas de los hinchas por brindar su apoyo y su confianza a los suyos pese a la acumulación de mensajes negativos que circulan en torno a este grupo de técnicos y jugadores.
La formación presumiblemente titular es la misma que viene trabajando desde que el viernes pasado los 23 integrantes del plantel que viajarán a Rusia pudieron por fin coincidir en el predio de Ezeiza, con el agregado de Otamendi, Biglia y Agüero, que serán reservados por precaución. Y también la que tiene muy conforme a Sampaoli y los suyos.
Desde los mandos de la selección se destaca sobre todo el buen entendimiento que perciben entre los cinco hombres que ocupan las posiciones intermedias, es decir, Mascherano, Lo Celso, Lanzini y Di María, los responsables de acompañar a Messi y de aprovechar las marcas que atrae el 10 para generar juego a partir del mayor espacio que pueden disponer. También hay satisfacción por la alternativa de ataque que está ofreciendo Cristian Ansaldi, la gran sorpresa en la convocatoria final.
Aunque buena parte del énfasis de los últimos días está puesto en los movimientos defensivos. Cuándo, dónde y hasta qué momento presionar en campo adversario, cómo cambiar a un 4-4-2 en el agrupamiento defensivo y, fundamentalmente, en qué lugar de la cancha posicionar la línea de zagueros según se va desarrollando la jugada de ataque rival ocupa buena parte del tiempo.
En ese sentido, Sampaoli insiste en mecanizar los cierres por detrás del lateral y los centrales, sumando en el retroceso a los dos pivotes, al volante externo del lado donde está la pelota y finalmente también al del sector opuesto.
Toda esta tarea de sistematización que debería fructificar en un funcionamiento de equipo que hasta ahora la selección mostró en cuentagotas vivirá su primer ensayo ante los haitianos, más allá de que a priori no parezcan ser contrincantes del nivel necesario para medir los progresos. Eliminado de la carrera a Rusia2018 en la fase de grupos de la Concacaf, el conjunto caribeño ocupa actualmente el puesto 108 del ránking FIFA. Aunque pudo ser peor: Nicaragua, el rival elegido originalmente está 136º.
Haití pasó la primera ronda de la clasificación al Mundial venciendo a Granada en el ida y vuelta, pero después no pudo con el mayor poderío de Costa Rica y Panamá, que se metieron en la fase final e incluso llegaron hasta Rusia. Sin embargo, cabe destacar que los haitianos apenas recibieron 5 tantos en 8 partidos y nunca más de un gol por encuentro: sus 4 derrotas fueron por 1-0, lo que habla de cierta solidez defensiva. Aunque por supuesto, sus rivales tampoco fueron Messi, Higuaín y compañía.
El duelo, que apenas registra dos antecedentes -un 4-1 en el Mundial 74 y un 4-0 en un amistoso en Cutral Có en 2010, ambos para Argentina, claro-, será muy especial para Willy Caballero. El arquero entrerriano vuelve a la que fue su primera casa luego de casi 15 años. Su último partido en La Bombonera fue un 3-1 de Boca sobre Independiente en junio de 2003. Y por lógica, también tendrá un sabor extra para Cristian Pavón, quien seguramente disfrutará de minutos en la cancha donde se transformó en ídolo.
Será mañana, a las 20 horas y, quizás, bajo la lluvia. Argentina le dirá adiós a su gente antes de partir el miércoles rumbo a Europa, donde completará la preparación camino a Rusia. Y su gente le deseará suerte, sabiendo que esta vez el equipo no es favorito, tal como volvió a recalcar ayer Lionel Messi en una nota televisiva, pero sin dejar de exigirle que vuelva con esa Copa que se ha vuelto tan esquiva desde 1986.
