Así se cocinaron las decisiones finales de la lista de Sampaoli

Con Cristian Ansaldi como novedad y Maximiliano Meza ganándole la pulseada final a Ricardo Centurión, Jorge Sampaoli dio a conocer la lista de 23 convocados de Argentina para disputar el Mundial 2018 y terminó por fin con las especulaciones que convirtieron el tema casi en asunto de Estado durante el último mes. El resto era más o menos previsible, incluido el ingreso de Franco Armani en lugar de Nahuel Guzmán como tercer arquero (aunque el lugar que vaya a tener cuando llegue el debut ante Islandia será el centro del debate de acá en adelante).

El entrenador de Casilda tomó las decisiones finales el viernes pasado, luego de muchas jornadas de consultas y cavilaciones. Y en sus determinaciones tuvo en cuenta varias cuestiones. Por supuesto, el sitio prioritario lo ocupa el hecho de llevar a quiénes cree que pueden responder de la mejor manera a su idea de juego. Pero a partir de ese punto hubo otras circunstancias que también pesaron lo suyo.

Una fundamental: el estado de salud de Lucas Biglia. El golpe en la espalda recibido en su último partido en la liga italiana abrió una vía de preocupación en el cuerpo técnico de la selección y modificó los pensamientos iniciales. Para Sampaoli y los suyos, el hombre del Milan no tiene, hoy por hoy, un sustituto que complete todas las papeletas necesarias, pero el que más se acerca es Javier Mascherano, quien en los planes previos estaba “ubicado” como posible marcador central.

El desplazamiento teórico del ex Barça al mediocampo derivó en la entrada de Ansaldi, un lateral izquierdo que, sin embargo, se adapta bien a jugar por la derecha y sería la variable a Mercado en el puesto de “4”. El jugador del Torino se maneja aceptablemente con ambos perfiles y tiene más oficio en el puesto que Eduardo Salvio, que parecía ser la alternativa en primera instancia. Ahora, el ex Lanús recupera su posición de mitad de cancha hacia adelante, y lo mismo ocurre con Marcos Acuña por el otro lado.

Esto excluyó por el momento a Guido Pizarro de la lista. La duda radica, otra vez, en el estado de Biglia. Si no está en condiciones, al técnico siempre le queda la ficha -admitida por la FIFA- de darlo de baja por lesión e incorporar al jugador del Sevilla, que se convierte en el jugador número 24.

La otra incógnita estaba en definir un puesto entre Meza y Centurión. Y por más que haya rumores de todos los colores y para todos los gustos sobre porqué el controvertido delantero de la Academia se quedó afuera, la elección del jugador de Independiente fue puramente futbolística. Las buenas sensaciones que brindó tanto en los entrenamientos de la gira de marzo como en el amistoso ante España hicieron que le ganara la partida a las virtudes del hombre de Racing, que no había formado parte del ciclo y, por lo tanto, era una incógnita (y un riesgo) que se prefirió no correr.

Las cartas, ahora sí, están echadas. A partir de mañana mismo comenzará a llegar al predio de Ezeiza el grueso de los componentes del grupo, y queda por definir si Armani y Meza disputarán o no los partidos pendientes de Copa Libertadores en esta semana: River-Flamengo el miércoles e Independiente-Lara el jueves. Pero como muy tarde el viernes, los 23 seleccionados estarán trabajando juntos en Ezeiza.

Desde entonces tendrán exactamente tres semanas para encontrar el mejor funcionamiento posible antes de que la pelota comience a rodar en Moscú y haya once jugadores islandeses enfrente. Recién ahí comenzará la historia que verdaderamente importa.