Pavón es más que un velocista

Mariano Closs es un magnífico narrador. Probablemente el mejor del panorama sudamericano. Pero en sus retransmisiones de Boca Juniors no deja de criticar a Cristian Pavón día sí y día también. El talentoso extremo cordobés es uno de los extremos más excitantes del fútbol argentino actual. De hecho, tiene muchas chances de estar en el Mundial de Rusia y, además, de emigrar a Europa dejando bastante dinero en las arcas del xeneize.

El año del cordobés ha sido de escándalo. Ha jugado en 69 partidos de forma consecutiva, siendo el duelo frente a Huracán el único en el que no tuvo participación como titular. No se ha bajado del once desde 2016, concretamente desde la semifinal de la Copa Libertadores que Boca jugó con Independiente del Valle. Además de ese tremendo dato, sus aportaciones ofensivas han sido clave. La lesión de Benedetto afectó mucho al equipo, pero en ataque ha encontrado en Pavón un hombre en el que respaldarse.

Respecto a lo que comentaba de Closs. En sus críticas siempre destaca que no tiene conocimiento del juego. Que es un puro velocista. Pero para quien escribe estas líneas, Pavón es mucho más. Un jugador que no entiende el juego no es capaz de repartir 17 asistencias entre Superliga y Copa Libertadores y liderar dicha categoría en ambas competiciones. Cuatro de esos pases de gol en la máxima competición continental, por cierto, han sido contra Alianza Lima en La Bombonera. Partidazo.

La gente le coreó y ovacionó a sabiendas de que puede ser la última vez que le disfrutaron con la camiseta de Boca. Es indudable que Pavón vive el mejor momento de su carrera y que, después de garantizar el pase a octavos en Libertadores y ganar la Superliga con su club, busca el éxito en el Mundial vistiendo la albiceleste.