Messi en un año sin descanso

Ganó el doblete con varias semanas de anticipación, tiene el Pichichi de la Liga prácticamente en el bolsillo y el desafío más grande del año -y uno de los más grandes de su carrera- lo espera dentro de un mes y medio, pero Lionel Messi no piensa en vacaciones ni en descansos. Más bien, todo lo contrario.

El día que la Roma sacudió la Champions League dando vuelta una eliminatoria que tenía teóricamente perdida ante el Barcelona, en la Argentina se escuchó un suspiro de alivio. Con menos actividad por delante, pensó la mayoría, la única carta de esperanza de la albiceleste en el Mundial llegaría más descansada, física y mentalmente, a la cita rusa. Sin duda, no conocen a Messi.

La idea del 10 es exactamente la opuesta, y así se lo hizo saber a Jorge Sampaoli en la reunión de tres horas que tuvieron cuando el técnico de la selección lo visitó hace nueve días en su casa de Castelldefels, en las afueras de la capital catalana. Leo quiere llegar a Moscú con las pilas bien cargadas y su plan va en sentido exactamente contrario al del descanso.

En principio, no piensa perderse ninguno de los cuatro encuentros que le restan jugar al Barcelona en la temporada y que pueden llevarlo a obtener un registro histórico: permanecer invicto durante los 38 partidos del campeonato. Jugará seguro el derby ante el Real Madrid el próximo domingo y estará presente el miércoles siguiente frente al Villarreal, también en el Camp Nou. Que juegue o no los choques contra Levante y Real Sociedad el 13 y 20 de mayo ya dependerá de otros factores.

El más importante al día de hoy tiene que ver con su intención de quedarse con la Bota de Oro europea. En estos momentos, Messi suma 32 tantos en Liga, uno más que Mohammed Salah en la Premier inglesa y tres más que Ciro Immobile en la Serie A del Calcio. Pero al delantero egipcio del Liverpool le restan solo dos fechas de Liga y al italiano de la Lazio, tres. Por eso, Messi esperará el desarrollo de los acontecimientos para decidir sus actuaciones en las últimas semanas.

Mientras tanto, y ya recuperado de los problemas musculares que le impidieron jugar en los partidos que Argentina disputó a fines de marzo en Manchester y Madrid, Leo comenzó su preparación personal para aterrizar en Moscú al máximo de sus posibilidades. Desde hace algunas semanas trabaja de manera especial con los fisioterapeutas del Barcelona y en breve se sumará al grupo Marcelo D'Andrea, el hombre de la selección encargado de modelar la musculatura de los jugadores y en el que el 10 deposita toda su confianza.

Messi no está ajeno a las cuestiones que rodean a la selección -las lesiones de Biglia y Agüero, la falta de definición en cuanto a quién ocupará el arco, cómo quedará conformada la lista definitiva de viajeros a Rusia...-, pero sabe que lo mejor y lo único que puede poner de su parte es llegar al cien por ciento en todos los aspectos.

En eso está, y nadie sabe mejor que él cuál es el camino ideal para lograrlo. Aunque no coincida con el pensamiento de aquellos que preferirían verlo de vacaciones y sin arriesgarse a sufrir lesiones de última hora.

Es Messi, es diferente, es el mejor futbolista del mundo y quizás de la historia, ¿cómo no fiarse de lo que hace?