RACING
Coudet transforma a Racing
Con todas las armas que tiene a su disposición y las ideas claras, Racing va marcando un estilo. La última derrota ante River cortó una excelente racha sin perder.
Racing perdió este domingo contra River, cortando una serie de diez partidos sin derrotas (la única anterior había sido ante Unión en el primer encuentro oficial de la temporada) y dio un paso atrás en su empeño por clasificar a la Copa Libertadores 2019, pero nadie puede negarle el papel protagónico que ha alcanzado desde que Eduardo Chacho Coudet se hizo cargo este año de la dirección técnica.
Al entrenador le bastaron muy pocas prácticas para infundirle al equipo un espíritu ofensivo que brilló por su ausencia durante la última etapa de Diego Cocca y que genera tanta electricidad entre los hinchas propios como interés entre los que no son de la Academia. La razón es simple: quienes gustan de que el fútbol les regale espectáculos vibrantes ya saben que Racing no los va a decepcionar.
Ya en su experiencia con Rosario Central, donde debutó al otro lado de la raya, Coudet había demostrado que sus equipos podían tener buenos y malos partidos como todos, pero que ni la especulación ni el amarretismo aparecían en su diccionario. Ahora lo está repitiendo punto por punto. Partiendo desde la base de un altísimo nivel de presión y de intensidad, Racing es un equipo incómodo, difícil de soportar para sus rivales porque busca asfixiar el juego contrario muy arriba, de manera ordenada y sin desmayo. Es cierto, a veces queda desacomodado en defensa cuando el adversario logra superar las primeras dos líneas de defensa, pero asume el riesgo y va para adelante.
Los intérpretes en la cancha se ocupan del resto. Lo primero que hizo el Chacho fue recuperar a dos de los componentes de la columna vertebral de aquel equipo canalla que peleó el título y llegó a la final de Copa Argentina: Alejandro Donatti y Nery Domínguez. El marcador central forma junto a Leo Sigali, otro refuerzo de este verano, una zaga dura y fiable, y le añade su peligrosidad en las jugadas con pelota parada en el área de enfrente. El volante, de pálido paso por Independiente en 2017, ya alcanzó el gran nivel que mostrara antes de irse a México y es el principal sostén y motor de la estructura.
El “descubrimiento” de Neri Cardozo como volante cerebral y de excelente pegada, la inteligencia de Lisandro López, la gambeta impredecible de Ricardo Centurión y la explosión de energía goleadora que inyecta Lautaro Martínez en cada acción completan el cóctel.
Sí, los puristas podrán decir, y tienen argumentos para hacerlo, que el ímpetu excesivo tiende a quitarle pausa y paciencia para elaborar más y llegar mejor a posiciones de definición, pero con todas las armas que tiene a su disposición y las ideas claras, Racing va marcando un estilo, una manera atrayente y efectiva de entender el fútbol. Aunque de vez en cuando tengo un día torcido o se encuentre con un arquero inspirado y pueda perder algún partido.
