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ARGENTINA

¿Hacia dónde va Sampaoli?

Con la publicación del libro 'Mis Latidos. Ideas sobre la cultura del juego', salen a la luz reflexiones sorprendentes del seleccionador argentino.

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Con la publicación del libro 'Mis Latidos. Ideas sobre la cultura del juego', salen a la luz reflexiones sorprendentes del seleccionador argentino.
GABRIEL BOUYSAFP

“Yo no planifico nada. Todo surge en mi cabeza cuando tiene que surgir... Odio la planificación. Si planifico me pongo en el lugar de un oficinista... Es raro que me hayan puesto la etiqueta de planificador. No sé a qué obedece”. Las frases podrían caberle a Lionel Messi, a Neymar o a cualquier otro improvisador consumado, pero son de Jorge Sampaoli y pertenecen a Mis Latidos. Ideas sobre la cultura del juego, el libro que acaba de ver la luz y en el que el entrenador de la selección argentina desnuda sin mayores pudores buena parte de sus pensamientos sobre el mundo del fútbol.

A poco más de dos meses de arrancar el Mundial de Rusia, reflexiones como las citadas y otras tantas que surgen de la publicación no solo alimentan a quienes salieron a pedir la cabeza del técnico una vez consumado el 1-6 ante España de la semana pasada, si no que incluso ponen en duda su propio trabajo.

La realidad es que, hoy por hoy, y nueve meses después de asumir el cargo, cuesta mucho reconocer el Sampaoli que lideró a la “U” de Chile y a la Roja hacia sus primeros títulos internacionales, o al que transformó al Sevilla en pocos meses.

Sin pasado en el país y resistido por un amplio sector de la prensa y de la hinchada aun antes de empezar su tarea, el entrenador de Casilda se vio condicionado en un principio por la delicada situación de Argentina en la serie eliminatoria (estaba fuera de las posiciones de clasificación cuando faltaban cuatro partidos). Pero a partir de alcanzar la meta de estar en Rusia 2018 ni sus palabras ni sus decisiones permiten trazar con claridad qué puede esperarse de la actuación albiceleste en el Mundial.

Sampaoli convocó 37 jugadores en los 10 partidos que lleva en la selección, muchos de los cuales no llegaron ni a completar 90 minutos de prueba. Cambió de sistema de juego, dijo y se desdijo varias veces, como cuando explicó que elegía defender con tres centrales por la falta de laterales para acabar recuperando la línea de cuatro en los últimos amistosos. Sostiene en el libro que no puede “dejar todo librado” a lo que haga Messi, pero en conferencia de prensa asegura que el equipo “es de Messi antes que mío”, y hasta le permite al 10 dar una charla al equipo en el descanso del partido en el Wanda Metropolitano. Acaba de incorporar a Pablo Aimar a su núcleo de colaboradores en un rol que pone entre paréntesis el de Sebastián Becaccece, hasta ahora su ayudante más cercano...

Todos los vaivenes son peligrosos cuando se trata de conducir un grupo que persigue un objetivo tan ambicioso como ser campeón del mundo. En estos meses, Sampaoli ha expuesto más dudas que certezas en lo futbolístico, la imagen de líder que emitía en sus anteriores destinos se ha resquebrajado tanto que cuesta definir su verdadera identidad y el libro con sus pensamientos no hace más que aumentar la confusión y darle de comer a las fieras.

Quizás suene duro decirlo, pero a 72 días de la cita rusa, los hinchas argentinos todavía no saben a ciencia cierta quién es y hacia dónde va el técnico de su selección.